La maldición del segundo mandato

Richard Nixon/1969-1974: El «Watergate», un escándalo de espías y mentiras, tumba al presidente

Richard Nixon representa el paradigma de la maldición del segundo mandato, fruto de la relación de los inquilinos de la Casa Blanca tras su segunda victoria. Tuvo que dimitir por el escándalo «Watergate», en el que se demostró que desde el Partido Republicano se había orquestado una operación para espiar al Partido Demócrata. Todo comenzó con el descubrimiento de la irrupción de cinco hombres en el complejo «Watergate», donde estaba la sede de los demócratas. Tenían el cometido de fotografiar documentos e instalar micrófonos en el mismo edificio. La investigación de lo sucedido llevó a destapar una amplia operación que terminó con el encarcelamiento de 43 personas, varias de ellas del círculo cercano del presidente republicano. Este caso fue tratado ampliamente en el periódico «The Washington Post», por los reporteros Bob Woodward y Carl Berstein. Su cobertura se considera uno de los grandes hitos en la historia del periodismo.

Ronald Reagan/1981-1989: Cómo saltarse un embargo para vender armas a tu enemigo sin saberlo

Ronald Reagan se vio afectado en el año 1986 por el descubrimiento del «affaire» Irán-Contra. Se descubrió la venta de armas estadounidenses a Irán, sujeto entonces a un embargo, para financiar con los beneficios a los grupos rebeldes en Nicaragua. Éstos, conocidos como la Contra, se oponían al Gobierno comunista sandinista, que ocupó el poder del país centroamericano desde 1979 hasta 1985. Entonces, el presidente Reagan aseguró que desconocía la existencia de este complot. Formó la «Comisión de la torre» para llevar la investigación del caso, con dos republicanos y un demócrata, la cual no pudo encontrar pruebas de que el presidente había tenido conocimiento de un programa que hizo sonrojarse a la diplomacia y los servicios secretos estadounidenses. Aun así, Reagan sufrió en una semana la mayor caída de popularidad en las encuestas de un presidente en la historia de EE UU. El escándalo terminó con once personas de confianza del presidente en prisión.

Bill Clinton/1993-2001: Una becaria hace preguntarse al mundo qué es una relación sexual

Bill Clinton siempre estará ligado al escándalo de la becaria Monica Lewinsky, con la que se demostró que tuvo varios encuentros sexuales en el despacho oval de la Casa Blanca. Muchos analistas todavía no entienden por qué se sometió al entonces presidente Bill Clinton al «impeachment» (moción de censura, en español). Pero lo cierto es que se explica porque supuestamente mintió cuando se le preguntó si había tenido relaciones sexuales con Lewinsky. Al decir Clinton que «no», abogados y analistas se metieron en un laberinto para explicar qué se consideraba «relación sexual». El equipo legal del presidente basó su estrategia en que «sexo oral», lo que había habido entre Clinton y Lewinsky, no se consideraba en el diccionario «relación sexual». Por ello, no se podía acusar al presidente de perjurio. Esta diferencia entre estos tipos de sexo puede ser insignificante para algunos, pero bastó entonces para que Clinton conservara su Presidencia.

George W. Bush/2001-2009: Un huracán se llevó los restos del presidente de la guerra de Irak

George W. Bush vio su presidencia ensombrecida con controversias y escándalos de todo tipo. Para empezar, el arquitecto de la Administración Bush, su amigo Karl Rove, fue acusado de llevar a cabo ciertas irregularidades durante las campañas, mientras el congresista de Texas Tom DeLay, cercano al presidente, tuvo que dar explicaiones en un juicio por su conducta en la financiación de sus campañas políticas. Otra de las controversias que persiguió a Bush durante su segundo mandato fue la filtración a la Prensa del nombre de una espía, casada con un demócrata opositor de la guerra de Irak. Su nombre siempre estará siempre ligado al 11-S y la guerra de Irak, pero sin duda su segundo mandato culminó con la pésima gestión del huracán «Katrina», que asoló Nueva Orleans en el verano de 2005. El paso de este huracán y las posteriores inundaciones tuvieron como consecuencia la muerte de más de 1.800 personas y una pérdida de más de 81.000 millones de dólares.