Represión en Venezuela
La oposición venezolana activa un plan anti fraude para las elecciones
Violencia, violación del secreto del voto, propaganda, retraso o paralización de las máquinas y limitación de las funciones de los testigos en las mesas electorales. Éstas son las cinco irregularidades que la oposición venezolana detectó en los comicios presidenciales de 2013, que ganó Nicolás Maduro por apenas tres puntos porcentuales, unos resultados que la oposición no aceptó. A falta de dos semanas para las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), la coalición opositora, ha puesto en marcha un plan para evitar que las fuerzas oficialistas puedan llevar a cabo cualquier tipo de fraude que les quite la victoria que todas las encuestas les otorgan.
En este sentido, la MUD ha detectado que un total de 54 circunscripciones tienen más del 5% de su electorado votando en centros «poco confiables» debido a su ubicación, al nombre con filiación chavista o a que en ellos se produjeron irregularidades en los citados comicios de 2013, según publica el diario venezolano «El Nacional». En estos lugares «vulnerables», la oposición se enfrenta con dificultades para ejercer su trabajo de resguardar los votos. Se teme que posibles irregularidades impidan una mayoría en la Asamblea Nacional de la MUD. Por eso, la coalición ha puesto en marcha una estrategia cuyos detalles no ha dado a conocer –para no dar pistas al chavismo– con la intención de asegurar la mayor transparencia posible. Hay que tener en cuenta que el Gobierno se ha negado a la presencia de observadores de la OEA y de la UE en las elecciones, y que sólo ha aceptado una misión de Unasur. Aníbal Sánchez, miembro del equipo electoral de la Mesa de la Unidad, aseguró que están organizando «un ejército de más de 180.000 personas para que resguarden los votos como testigos o miembros de equipo de apoyo». El objetivo es que el Gobierno no tenga el control absoluto sobre un número importante de mesas electorales. Estos testigos también velarán para que los electores voten sin ayuda de terceros, a menos que sea por una causa justificada. Otro punto crítico de la jornada electoral es el de la verificación ciudadana. Según la ley, se tendrían que abrir el 54% de las cajas de votación tras el cierre de colegios. La oposición denunció que en 2013 sólo se verificaron un 18%. Pero, como dice Carlos Lozano, candidato opositor, «si la participación y el apoyo son altos, ni con trampa nos pueden ganar».
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