Atenas
La pareja gitana cambia de versión y dice que la madre les entregó a María
El juez ha decretado prisión preventiva para la pareja de gitanos que se hizo pasar por sus padres
Los padres de la niña hallada en un campamento gitano en Grecia declaron ayer ante el juez. Dónde están los verdaderos padres biológicos aún es un misterio, mientras la investigación prosigue con todas las líneas abiertas. De momento, lo que está claro es que la pareja que la cuidaba no son, tal y como habían dicho, sus padres. Hace dos décadas, el hombre registró con documentos falsos a cinco niños más como propios en sólo cinco meses. Al año siguiente, a otros tres. La mujer figuraba como madre de otros cuatro hijos.
De momento, están detenidos en una comisaría de Atenas, acusados por la Fiscalía de secuestro de menores y posesión de documentación falsa. En sus declaraciones ante el magistrado, en los juzgados de Larissa (Tesalia), Dimopulu aseguró que la madre biológica de la niña es una gitana búlgara, residente en Grecia, que decidió dejar a la menor con ellos poco después de nacer ésta. Pero la Policía sospecha que puede tratarse de una red de tráfico infantil. «Mis clientes insisten en que nunca secuestraron a la niña, sólo confiesan que la adoptaron de una manera ilegal», comenta uno de sus abogados, que asegura que sus clientes defienden que la madre biológica de la niña se habría visto incapaz de criarla, y la había entregado a través de otra persona.
María, como la ha bautizado al ONG que la cuida, vivía en un campamento gitano con otros tres niños en el momento en el que fue encontrada junto a varias armas. Por su parte, el presidente de la organización Sonrisa del Niño, Constantinos Yiannopoulos, indicó a la edición electrónica del diario «Kathimerini» que la pequeña podría tener más de los cuatro años que se había pensado. Según el responsable de la organización que está atendiendo a la pequeña, María tiene problemas para comunicarse, ya que sólo habla romaní, pero ha asegurado a la psicóloga que la atiende que está contenta.
Desde que se publicó la foto de la niña, rubia y de piel blanca, la Interpol ha recibido miles de llamadas mientras sigue examinando casos de niños desaparecidos y denuncias de padres a los que se les había dicho que sus hijos habían muerto al nacer. Ayer se publicó la foto de los detenidos en busca de más pistas.
Por su parte, en Reino Unido, el caso de María se sigue con especial atención. Y es que la semana pasada la BBC emitió un programa sobre las nuevas vías de investigación de la desaparición de Madeleine McCann. El hallazgo de la misteriosa niña no sólo ha dado esperanzas a los McCann para encontrar a su propia hija, a la que se vio por última vez en mayo de 2007. Otra de las personas que protagonizaron ayer los titulares de la prensa británica fue Kerry Needham, cuyo hijo Ben fue secuestrado en Kos (Grecia) cuando tenía 21 meses. Needham siempre dijo que los gitanos estaban tras la desaparición, pero las autoridades griegas mantenían que era «imposible» ocultar a un niño de pelo rubio y piel blanca en un campamento. Ahora, el caso de María demuestra lo contrario.
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