Argentina

La presidenta argentina alquila un avión inglés para evitar el riesgo de embargo del avión oficial

La presidenta argentina, Cristina Fernández, realizará su próximo viaje internacional en un avión alquilado a una empresa británica para evitar eventuales demandas de acreedores sobre el Tango 01, como ocurrió con la fragata Libertad, que estuvo retenida en Ghana durante más de dos meses.

La Secretaría General de la Presidencia informó hoy que se decidió contratar un avión para la gira presidencial que se realizará a mediados de mes a Emiratos Árabes, Indonesia y Vietnam "en razón de la postura agresiva de los fondos buitre".

Era "altamente probable el intento de reclamos, medidas precautorias o de ejecución"contra el avión oficial, el Tango 01, y "las gestiones que se pudieran realizar ante los Gobiernos respectivos podrían no resultar suficientes para despejar la posibilidad de que se dicten medidas", agregó el comunicado.

El avión se contratará a la empresa británica Chapman Freeborn con un coste de 880.000 dólares, añadió Presidencia, que subrayó que se eligió la oferta más conveniente "desde el punto de operativo, económico y financiero".

Argentina trata de evitar así que el Tango 01 corra la misma suerte que la fragata Libertad, el buque insignia de la Marina que fue incautado en un puerto de Ghana y permaneció retenido durante más de dos meses a petición de un fondo de inversión estadounidense que no aceptó el canje de deuda ofrecido por el Gobierno argentino tras la crisis de 2001 y entabló demandas en tribunales de Nueva York.

La Presidencia precisó que invitó a presentar ofertas a siete empresas entre las que se eligió a la británica, que ya había sido contratada en 2010 y 2011 para otros viajes oficiales de Fernández a destinos como Madrid y París.

El coste total del alquiler, agregó el comunicado, supera en alrededor de un 20 por ciento el coste de operación del Tango 01.

El comunicado de la Presidencia fue divulgado tras la información aparecida en un diario sensacionalista británico que cuestionó el alquiler a una empresa inglesa porque coincide con el aumento de tensiones entre Buenos Aires y Londres por la soberanía de las islas Malvinas.