Elecciones en Estados Unidos
Las polémicas más destacadas de Donald Trump
Todas las veces que ha costado distinguir si el magnate hablaba o no en serio
The Not Adam, youtuber estadounidense, explicaba en uno de sus últimos vídeos la mecánica de un peculiar juego que ha diseñado. Se llama ¿Troll o Trump? y consiste en leer toda una serie de declaraciones, a cual más rocambolesca, y adivinar si el autor de las mismas es un “troll” (una persona que hace un comentario en Internet deliberadamente estúpido y ofensivo con el único objetivo de provocar una disputa) o Donald Trump, millonario, magnate del entretenimiento y, según los últimos avances, el personaje con mayores probabilidades de convertirse en el próximo candidato a la presidencia de Estados Unidos, por parte del Partido Republicano. Hay que admitirlo, el juego es bastante difícil.
El empresario, el verso libre de la escena política estadounidense actual, se ha ganado una reputación a base de hacer declaraciones grandilocuentes e hirientes contra adversarios y críticos por igual, que poco o nada tienen que ver con el programa político de unos o la ideología de otros. Hoy, en LA RAZÓN, repasamos las más controvertidas.
Hace unas pocas semanas, la esposa de Trump, Melania, tomó una presencia inusitada en la campaña por las primarias de Texas. En un anuncio enfocado a la población mormona, los opositores de Trump destacaban cómo Melania tenía un pasado como modelo y como, por tanto, existían fotos de ella bastante ligera de ropa. La publicidad pretendía, de esta manera, utilizar a su favor el corte conservador de este grupo, pues, ¿cómo admitirían estos que alguien como Melania llegase a ser, gracias a su voto, la primera dama del país?
El magnate relacionó el anuncio con Ted Cruz aunque todavía no ha podido demostrar que su rival político estuviese detrás del mismo. Habiendo elegido enemigo, decidió tomarse su revancha atacando a Heidi, la esposa de Cruz: “El mentiroso de Ted ha utilizado una imagen de Melania”, dijo en Twitter, “cuidado o soltaré un par de verdades sobre tu mujer”. Poco después, ponía en práctica sus palabras subiendo a la plataforma un montaje que comparaba una fotografía de estudio de su mujer con otra, muy poco favorecedora, de Heidi Cruz: “Una imagen vale más que mil palabras”.
En un debate político se tratan los más variopintos temas, pero el tamaño de los genitales de los candidatos no es lo habitual. Excepto cuando Donald Trump está en la mezcla. El tamaño de sus manos (y de las partes del cuerpo que, según la sabiduría popular, se corresponden con ellas) se convirtió en un argumento arrojadizo entre el magnate y otro de sus contrincantes en la carrera por la nominación del Partido Republicano: Marco Rubio.
Ambos tuvieron un cruce de declaraciones en las que Rubio acusaba a Trump de tener las manos pequeñas (“¿Y saben qué se dice de los hombres que tienen las manos pequeñas? Que uno no se puede fiar de ellos”), con este último teniendo que defenderse diciendo con que no, que de verdad, que el tamaño de sus manos era el adecuado, que “si son pequeñas, es que algo más tiene que ser pequeño, y les puedo garantizar que no hay ningún problema”.
No sólo los adversarios en la carrera por la Casa Blanca se convierten en blanco de la ira del magnate. Buen ejemplo de ello fue la disputa que tuvo con Megyn Kelly, la periodista que moderó uno de los debates del Partido Republicano. Tras haber salido ciertamente dañado, al ser presionado por Kelly sobre los comentarios sexistas que le ha dedicado a las mujeres que se han enfrentado a él, Trump se quejó sobre cómo la pregunta había sido especialmente retorcida, y que Kelly probablemente la había hecho porque estaba menstruando: “Uno podía ver cómo le salía sangre de los ojos, cómo le salía sangre de su..., lo que sea”.
En un intento de evitar que el asunto pasara a palabras mayores, uno de sus portavoces señaló que se refería a la nariz de la profesional.
Poco dado a disculparse, el candidato trató de escudar su comentario a Megyn Kelly con que “es duro que otros le insulten porque soy demasiado guapo”, algo que, por lo que se ve, no le impide criticar al resto.
Confiado en su belleza exterior, no tuvo ningún remilgo en burlarse la apariencia de otro de sus contrincantes: Carly Fiorina. Como motivo para convencer a las masas de que votarle a él era la mejor opción, declaró “¡Mirad a esa cara! ¿Votaría alguien eso? ¿Podéis imaginaros a eso como la cara de nuestro nuevo presidente?
Como buen “troll”, cuando no tiene a nadie a quien atacar, Trump lanza comentarios provocativos en general, porque sí, tratando de ver si alguien entra al trapo. Como cuando, para explicar la seguridad que tenía en la fidelidad de su electorado, utilizó esta metáfora: “ Podría estar en mitad de la 5ª Avenida y disparar a alguien y no perdería votantes”.
Lea más de sus reales declaraciones y tuits:
As everybody knows, but the haters & losers refuse to acknowledge, I do not wear a “wig.” My hair may not be perfect but it’s mine.
The concept of global warming was created by and for the Chinese in order to make U.S. manufacturing non-competitive.
Sorry losers and haters, but my I.Q. is one of the highest -and you all know it! Please don't feel so stupid or insecure,it's not your fault
No more massive injections. Tiny children are not horses—one vaccine at a time, over time.
.@cher--I don’t wear a “rug”—it’s mine. And I promise not to talk about your massive plastic surgeries that didn’t work.
Everyone knows I am right that Robert Pattinson should dump Kristen Stewart. In a couple of years, he will thank me. Be smart, Robert.
If Obama resigns from office NOW, thereby doing a great service to the country—I will give him free lifetime golf at any one of my courses!
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