Irán

La protesta contra el Gobierno iraní se extiende a todo el país

Las Fuerzas de Seguridad se enfrentan a los manifestantes y practican decenas de detenciones en la tercera jornada de manifestaciones

Estudiantes iraníes se enfrentan a policías antidisturbios
Estudiantes iraníes se enfrentan a policías antidisturbioslarazon

Las Fuerzas de Seguridad se enfrentan a los manifestantes y practican decenas de detenciones en la tercera jornada de manifestaciones.

El Gobierno de Irán decidió actuar ayer ante las manifestaciones no autorizadas que desde hace tres días protestan contra de la subida de los precios y la corrupción. También pidió publicamente a sus ciudadanos que se abstengan de participar en ellas, después de que dichas protestas se extendieran por todo el país. Los iraníes habían sido convocados en 1.200 puntos, desde grandes ciudades a pequeñas localidades, para conmemorar el fin de las violentas protestas de 2009 contra la reelección de Mahmud Ahmadineyad, que fue calificada por sus opositores de fraudulenta. Pero los miles de personas congregadas corearon lemas contra el actual Gobierno y el sistema de la República Islámica de Irán.

En el centro de Teherán, en la avenida Enghelab, los manifestantes, que coreaban lemas contra los responsables del Estado, fueron dispersados por la Policía, que comenzó a actuar en otras poblaciones del país practicando decenas de detenciones ante la gravedad de la protesta. Uno de los epicentros se situó frente a las puertas de la universidad de la capital, donde entre 70 y 200 personas se concentraron al grito de «muerte al dictador», en referencia al gran ayatolá Alí Jamenei. Asimismo, en la ciudad de Shahre Kord, en el centro del país, las protestas siguieron por la mañana, según dijo el miembro de un partido político y habitante de la ciudad a Efe que pidió el anonimato. «La gente gritaba eslóganes contra el régimen», indicó la fuente, que precisó que el motivo de las manifestaciones es «el descontento de la población con la situación económica y no tiene que ver con ningún partido específico». Según algunas fuentes, no confirmadas, al menos dos manifestantes habrían resultado heridos de bala en la ciudad de Dorud, al sur del país.

Por otra parte, miles de personas, según la agencia oficial IRNA, se congregaron en Teherán y en otras ciudades en apoyo del régimen, una actividad iniciada en 2009 en respuesta a las movilizaciones llevadas a cabo entonces por el conocido como movimiento verde. Los participantes gritaron los habituales lemas de «muerte a Estados Unidos, muerte a Israel», «Si el líder (en alusión al líder supremo iraní, Alí Jamenei) nos da la orden, sacrificamos nuestra vida por él», informaron medios locales.

El Ministerio del Interior recordó la prohibición de llevar a cabo manifestaciones ilegales, como corresponde a las de estos días, ninguna de las cuales ha sido autorizada, según declaró el titular de dicho departamento, Abdolreza Rahmaní Fazlí. La nueva ley iraní de delitos políticos, aprobada el pasado enero, penaliza cualquier manifestación considerada «contraria a la gestión del país y sus instituciones políticas y a las políticas nacionales y exteriores». «Pedimos al pueblo que no asista a las concentraciones ilegales; si tienen la intención de manifestarse, hagan una solicitud y ésta será revisada», manifestó el ministro.

Las marchas contra la crisis económica comenzaron el jueves en la ciudad de Mashad y se extendieron por las de Neyshabur, Kamshmar, Shahrud, Kermanshah, Rasht, Orumie e Isfahan entre otras, según las imágenes difundidas por las redes sociales. Los manifestantes corean eslóganes como «Independencia, libertad, república iraní», según muestran las imágenes difundidas en canales de la red social de Telegram. Asimismo, se gritan lemas y jaculatorias por el alma del sha Reza Pahlevi, derrocado en 1979 por la Revolución Islámica que encabezó el ayatolá Jomeini. Los manifestantes expresaron su desprecio por la vida acomodada del clero iraní, al que acusan de no empatizar con los problemas reales de la sociedad. «La nación es un mendigo, mientras los clérigos viven como Dios», gritaban. Igualmente, expresaron su rechazo al presupuesto que destina el régimen iraní a algunos países de la región mientras la población pasa por dificultades económicas: «Ni Gaza ni Líbano, mi vida la sacrifico por Irán». Este lema fue criticado por el representante directo del líder supremo en Mashad, el ayatolá Ahmad Alamolhoda, quien lo calificó de «lema desviado».