Las pruebas delatan a los prorrusos

El cruce de acusaciones continúa. Pero los silencios de Putin y la información ofrecida por Obama de que el misil fue disparado «desde territorio controlado por prorrusos» apuntan a los autores del derribo del MH17 con 298 pasajeros a bordo.

El cruce de acusaciones continúa. Pero los silencios de Putin y la información ofrecida por Obama de que el misil fue disparado «desde territorio controlado por prorrusos» apuntan a los autores del derribo del MH17 con 298 pasajeros a bordo. Los separatistas han dejado evidencias, como presumir desde hace dos meses de contar con misiles antieáreos –y desde ayer negarlo– o la conversación interceptada entre los milicianos prorrusos al encontrar el avión. Ucrania insiste en que durante la operación antiterrorista que lanzó el Gobierno contra los separatistas del este, «ni siquiera se usaban complejos antiaéreos, ni se lanzaban misiles guiados». También el Gobierno de Kiev se escuda en que los cazas de las Fuerzas Armadas no volaron durante el 17 de julio y recuerdan que tanto el día 14 como el 16 los prorrusos derribaron con misiles un Antonov-26 y un Su-25, respectivamente. No es fácil manejar un lanzamisiles BUK. El general Marín Bello Crespo explica a LA RAZÓN que «no es imposible que entre los rebeldes se encuentren antiguos mandos del Ejército familiarizados con el funcionamiento del sistema». Aunque en su opinión «no es muy verosímil que se usen en un conflicto como éste, donde es más propio utilizar sistemas tierra-aire de corto alcance capaces de derribar aparatos a baja altura».

Todos los expertos apuntan a que fue un error, pues no beneficia a los prorrusos para nada derribar un avión civil. Según el general, «el sistema tiene un radar de guiado montado en un vehículo diferente del lanzador, capaz de identificar e iluminar objetivos dentro del alcance del sistema. El radar proporciona datos de altitud y velocidad que permiten su identificación a personal adiestrado para su manejo. En todo caso, la distinción entre un avión militar y uno civil es muy dudosa a esa altitud si no se poseen otros datos, ya que la distinción de civil o militar entre muchos tipos de aviones actuales depende de su uso».

Las evidencias que no se pueden negar

1. Las conversaciones de los rebeldes: «Hemos derribado un avión. Fue el grupo de Minero»

Conversación 1:

A las 16:40, «Bes», un dirigente separatista, informa a su coordinador, Vasyl Mykolaiovych Geranin, coronel del Directorio Central de Inteligencia (GRU, inteligencia militar) del Estado Mayor de Rusia.

I. Bezler («Bes»): En este momento, en este momento. El avión ha sido derribado. Fue el grupo de «Minero». Ha caído más allá de Yenakievo...

(Donetsk Oblask)

V. Geranin: ¿Y los pilotos? ¿Dónde están los pilotos?

I. Bezler: Salimos a buscar el avión derribado y a hacer fotos. Se ve una columna de humo...

V. Geranin: ¿Hace cuántos minutos?

I. Bezler: Cerca de 30 minutos.

Conversación 2:

Después de inspeccionar la zona, los separatistas se dan cuenta de que han derribado un avión civil. Un secesionista identificado como «Mayor» confirma a otro, apodado «Griego», que se trata de un avión civil.

«Griego»: Sí, «Mayor».

«Mayor»: Fueron los de Chernukhinsk los que han derribado el avión. Del puesto de control de Chenukhin, los cosacos que están cerca de Chernukhino. El avión se partió en pedazos en el aire, cerca de la mina de Petropavlovskaya. Hemos encontrado los primeros 200 muertos. Es un avión civil.

«Griego»: ¿Cómo están las cosas por ahí?

«Mayor»: Bueno, estamos al 100% seguros de que era un avión civil.

«Griego»: ¿Hay mucha gente?

«Mayor»: ¡Mierda! Los restos caían a lo largo del campo.

«Griego»: ¿Qué avión es?

«Mayor»: No lo sé aún. No he llegado aún a dónde están los restos principales. Ahora mismo estoy cerca de donde empezaron a caer los primeros cuerpos. Aquí hay restos del avión, sillas y cuerpos...

«Griego»: ¿Hay armas?

«Mayor»: Ninguna. Pertenencias de los pasajeros, desechos médicos, toallas, papel de baño...

«Griego»: ¿Hay algún documento?

«Mayor»: Sí. De un estudiante de Indonesia, de la Universidad Thompson.

Conversación 3:

Diálogo entre un miliciano y un comandante cosaco, Nikolai Kozytsin.

Miliciano: El avión fue derribado cerca de Snezhnoe-Torez. Resulta que era un avión de pasajeros. Cayó a las afueras de Grabovo. Hay muchos cuerpos de mujeres y niños. Los cosacos están inspeccionando la zona en estos momentos. En la televisión están diciendo que parece que es un AN-26 ucraniano, un avión de transporte militar. Pero en el fuselaje del avión pone «Malaysia Airlines»... ¿Qué estaba haciendo en el territorio de Ucrania?

Kozitsyn: Pues entonces es que estaba transportando espías. ¿Por qué demonios estaban volando? La guerra sigue...

Miliciano: Entendido.

2. Misiles Buk entre los pueblos de Torez y Snizhe

En un vídeo de Youtube se muestra un sistema de Buk trasladado por los rebeldes el mismo día de la tragedia, en el área en el que se produjo el ataque. Concretamente, desde Torez a Snizhe. También están los testimonios de algunos testigos, residentes de Torez, que dicen haberlo visto en el pueblo, pero no saben de dónde provenía. A finales de junio las fuerzas rebeldes sobrevolaron una base militar cerca de Donetsk, donde se alberga la unidad antiaérea A1402, que pertenece al Ejército ucraniano. Es posible que se hubieran hecho con la lanzadera en ese momento.

3. Escuchas telefónicas interceptadas

El jueves por la tarde, el servicio de seguridad de Ucrania (SBU) filtró grabaciones de conversaciones telefónicas, presuntamente realizadas entre separatistas rebeldes. Pero no son las únicas interceptaciones realizadas en los últimos meses a los prorrusos, que también han dejado patente el apoyo ruso en forma de armas y logística. Los servicios de Inteligencia occidentales aseguran que se trata de grabaciones ciertas y precisas. Todas, las transcritas junto a estas líneas y las anteriores son claras y no dudan de su veracidad.

4. Objetivo: llegar a suelo ruso y destruirlo

El sistema de misiles Buk supuestamente empleado en el derribo del aparato fue transportado entre Torez y Snizhe tenía como objetivo llegar a Rusia. Así lo confirmó Anton Gerashchenko, del Ministerio del Interior ucraniano, quien no dudó en afirmar ayer que la lanzadera iba a ser «transportada a Rusia durante la noche, donde seguramente será destruida». Asimismo, el viernes por la mañana apareció otro vídeo en Youtube en el que, presuntamente desde el este de Ucrania, se apreciaba una lanzadera Buk cubierta por una lona ,en la parte trasera de un camión, que se dirigía a Rusia. frontfrontera entre Ucrania y Rusia.

5. Armas para alcanzar aviones a gran altura

A principios de esta semana, fue derribado un avión militar AN-26 en Lugansk. Volaba a 6.500 metros cuando recibió el impacto de un misil. A esa altura, estaba por encima del alcance del armamento antiaéreo que las fuerzas rebeldes dicen tener a su disposición. Si lo hubiesen derribado, lo habrían hecho con una nueva pieza de equipamiento hasta ahora desconocida en su arsenal. Los líderes rebeldes insistieron ayer en que no tenían cohetes capaces de alcanzar el avión MH17, que volaba a 10.000 metros, pero habrían necesitado uno para derribar el AN-26.

6. El «alarde» de los separatistas en la red

Otra evidencia es una declaración hecha por Igor Strelkov, comandante militar de los rebeldes, en su cuenta oficial de una red social rusa, poco después de que el vuelo MH17 se estrellase. Strelkov alardeó de que los separatistas prorrusos habían derribado un avión de transporte militar An-26 ucraniano, en «el área de Torez». Después de eliminar el texto, ha insistido en que no han derribado el Boeing.

7. El armamento de los rebeldes, en Twitter

Ucrania «controla» sus lanzaderas4 El 29 de junio, los rebeldes de Donetsk publicaron en twitter una foto de una lanzadera de misiles Buk, con un alcance de más de 11.000 metros y de fabricación rusa. La imagen iba acompañada de un mensaje que dejaba bien claro que la lanzadera estaba en sus manos. Sin embargo, el ministro ucraniano de Defensa desmintió la declaración de los prorrusos y afirmó que sus 60 lanzaderas estaban bajo control. Es posible que el Gobierno de Kiev ocultase la verdad para no mostrar la debilidad de sus tropas, que han sufrido serios reveses en estos meses y también deserciones en masa.