Nueva York

Letta se cansa de las amenazas de Berlusconi

El ex primer ministro Silvio Berlusconi, el pasado 19 de septiembre, durante la inauguración de la sede de Fuerza Italia en Roma
El ex primer ministro Silvio Berlusconi, el pasado 19 de septiembre, durante la inauguración de la sede de Fuerza Italia en Romalarazon

¿Es ésta la amenaza real? ¿Está de verdad ahora Silvio Berlusconi dispuesto a hacer caer al Gobierno si le quitan su escaño de senador por haber sido declarado culpable en el «caso Mediaset»? Son éstas las preguntas que se hacen tanto el primer ministro italiano, Enrico Letta, como el presidente de la República, Giorgio Napolitano, y que tratarán en la reunión que mantendrán esta mañana para tratar de dilucidar cuál es el futuro del Ejecutivo.

Las cosas han vuelto a torcerse en la coalición que aún forman el Partido Democrático (PD) de Letta y el Pueblo de la Libertad (PDL) de Berlusconi después del encuentro que los parlamentarios de esta última formación tuvieron con su líder en la noche del miércoles. Entonces se comprometieron a dimitir en masa si, como marca la ley, antes de final de octubre el Senado expulsa a «Il Cavaliere» de la Cámara Alta. Se trata más de una maniobra para presionar a Napolitano que de una opción real, pues la legislación no contempla la posibilidad de una renuncia masiva como pretenden.

La amenaza también iba dirigida contra Letta, quien desde Nueva York, donde se encontraba para participar en las reuniones de la Asamblea General de Naciones Unidas, dijo que Italia había vivido «una humillación» con la actitud de los parlamentarios del PDL. «Hace falta una aclaración en el Gobierno y en el Parlamento, quiero decidir con Napolitano la modalidad. Quiero que todo se haga delante de los ciudadanos», comentó Letta, animando a Berlusconi a que aclare de una vez si quiere o no seguir apoyando al Ejecutivo.

La respuesta más obvia que Letta puede dar al órdago de su tormentoso socio es someter al Gobierno a una votación de confianza en el Parlamento. Sería entonces cuando a «Il Cavaliere» le tocaría destapar sus cartas y presentarse ante los ciudadanos como el responsable de la caída del Ejecutivo en un momento de enorme debilidad para Italia, pues todo hace indicar que será de los últimos países europeos en salir de la crisis económica.