Represión en Venezuela

Lilian Tintori: «En Venezuela hay saqueos y peleas por un kilo de pollo»

La esposa del político Leopoldo López asegura que el 94% de la población quiere un cambio político pronto.

Lilian Tintori
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La esposa del político Leopoldo López asegura que el 94% de la población quiere un cambio político pronto.

Se ha convertido en el rostro más popular de Venezuela en el mundo. Es Lilian Tintori, una mujer cargada de coraje y energía, que defiende desde hace dos años la libertad de su esposo, el dirigente opositor Leopoldo López, y del resto de presos políticos que hay en Venezuela.

–¿Cómo se encuentra su marido Leopoldo en la cárcel militar de Ramo Verde?

–Vive aislado, en una celda de dos por tres metros, sin luz. Las condiciones son cada día peores porque le cambian constantemente las rutinas para torturarlo. Pero está fuerte como una roca, lleno de esperanzas y trabajando en el proyecto para la reconstrucción de nuestro país.

–¿Cree que Maduro vetará la ley de amnistía?

–No hay manera de vetar la Amnistía porque es una herramienta democrática y legal. En realidad, son pocos los miembros del oficialismo que están bloqueando esta ley, y son los mismos que destruyeron al país y criminalizaron a la gente. La ley de amnistía la quiere más del 86% de los venezolanos. Esta ley significa el abrazo de los venezolanos, el rescate de la institucionalidad y del Estado de Derecho. La amnistía no significa impunidad, sino justicia y habla de hechos que se fabricaron para encarcelar a la oposición.

–¿Cree que los venezolanos votarán de forma masiva para expulsar al presidente Maduro en un referéndum revocatorio?

–Sin duda. La población ya determinó el 6 de diciembre con su voto que quiere cambiar. Se siente en el ambiente y en las calles que el venezolano quiere un cambio político profundo. Y en el camino tenemos la salida constitucional de Nicolás Maduro, que es la vía que propuso Leopoldo hace dos años. Hoy está más cerca que nunca porque todas las fuerzas democráticas están empujando hacia el mismo lugar.

–¿Puede haber en Venezuela un escenario de violencia en la calle si sube la tensión política?

–No queremos más violencia ni torturas. El régimen de Maduro tiene la oportunidad de liberar a los presos políticos, de llamar a un diálogo nacional y de resolver los problemas de los venezolanos, que son comida, medicinas, agua y luz, lo más básico. Venezuela está sufriendo una crisis humanitaria que se refleja en asesinatos, secuestros, saqueos y peleas en los mercados por un kilo de pollo o de arroz. Es desgarrador lo que están viviendo las familias venezolanas. Hoy lloran madres porque no pueden cuidar a sus hijos. A las dos de la mañana, los venezolanos hacen cola en las tiendas para llevar comida a su casa, y muchas veces no lo consiguen. Más del 94% de los venezolanos hoy quiere un cambio político.

–¿Cree que Maduro y los dirigentes chavistas deberían ser juzgados en un futuro?

–Mi corazón no está lleno de odio ni de venganza, sino de esperanza y ganas de trabajar por mi país. De eso se encarga la Justicia. Cuando rescatemos el Estado de Derecho y la democracia, rescataremos las instituciones. Se investigará cada uno de los casos y también a estos representantes del Gobierno que hoy están violando los derechos humanos de los venezolanos.

–¿Los dirigentes latinoamericanos están siendo valientes con la causa de los presos políticos en Venezuela?

–Sí, eso ha cambiado. Donde antes no nos abrían las puertas o nos metíamos por la ventana, ahora es todo lo contrario. No sólo pasa en Iberoamérica, sino en el mundo entero. Latinoamérica ha despertado en sus parlamentos y en la sociedad civil, y en presidentes como el argentino, Mauricio Macri, y el paraguayo, Horacio Cartes.

–¿En qué consiste el proyecto de Leopoldo López?

–El plan por una mejor Venezuela muestra tres ejes: la paz, el bienestar y el progreso. Pero este proyecto no es sólo de Leopoldo, sino de la Unidad Democrática, para gobernar con la gente, escucharla y ayudar a los más necesitados.

–¿Cómo ve al Gobierno venezolano? ¿Aguantará?

–El régimen hoy está muy debilitado. Es una minoría y nosotros queremos hablar y entendernos con ella, pero no muestran esa apertura. Esa minoría es la cúpula corrupta que está en el poder y que amenaza a los poderes públicos y a sus trabajadores para seguir en el poder. Esa cúpula corrupta tiene que entender que el país cambió. En este país también hay chavismo, y el chavismo también quiere vivir mejor, no quiere escasez, ni inflación ni inseguridad.

–Hay un sector moderado dentro del Gobierno encabezado por el vicepresidente Aristóbulo Istúriz?

–Ojalá que ese nuevo vicepresidente tenga la apertura de miras y entienda que el país cambió. Ojalá que Nicolás Maduro también lo entienda. La vida le está dando una oportunidad muy grande al poder liberar a los presos políticos porque sabe que son inocentes.

–¿Qué personaje del chavismo le sugiere más rechazo?

–Diosdado Cabello es la persona más inhumana que existe en Venezuela. Lo conozco de frente porque él allanó mi casa con veinte personas armadas vestidas de negro, con máscaras y fusiles. Estuvo dos días seguidos en la casa intimidándonos y convenciéndonos para que nos fuéramos del país. Pero la respuesta de Leopoldo fue que nunca se iría de Venezuela. Cabello me dijo que Leopoldo es inocente, que se lo tenía que llevar porque era una orden de Nicolás Maduro. Yo he conocido el mal conociendo a Diosdado Cabello. Y lo que siento por ese señor es compasión.