Estado Islámico

Los británicos «arrepentidos» del EI, amenazados de muerte

«Si desobedeces al Estado Islámico, desobedeces al califa». Los rehenes de países que no pagan rescates son torturados

Los peshmergas, orgullosos de su avance
Los peshmergas, orgullosos de su avancelarazon

El Estado Islámico (EI) no sólo ha demostrado ser un gran reclutador de combatientes occidentales –alrededor de 2.000 según las estimaciones más modestas–; ahora también amenaza a los que quieren regresar a sus hogares después de haber luchado en Irak o en Siria. El diario «The Guardian» publicó ayer que la milicia suní ha amenazado de muerte a los milicianos británicos que desean poner fin a su particular yihad. La mayoría de los voluntarios que deja su Londres natal para unirse al EI no contaba con el entrenamiento propio para librar una guerra. De hecho, según el Centro Internacional para el Estudio de la Radicalización (ICSR), ha documentado que 24 británicos han fallecido luchando por el «califato». El ex preso de Guántamo Bay Moazzam Begg, en relación con varios grupos rebeldes sirios, indicó a «The Guardian» que unos treinta británicos que pretendían regresar «han sido amenazados de muerte, ya sea directa o indirectamente, por querer abandonar». Algunos comenzaron su odisea en venganza al presidente sirio, Bachar al Asad, y a la cruenta guerra que libra contra su propio pueblo y han terminado enrolándose en el Estado Islámico. Entre los motivos que destaca Begg, se encuentra el idioma, ya que el EI cuenta con numerosos miembros angloparlantes y los suele utilizar no sólo como fuerza armada sino en otros campos, como la comunicación.

«Cuando se establece el Estado Islámico, el califato, y juras lealtad, a partir de ese momento si desobedeces, estás desobedeciendo al califa, por lo que podrían ser sometidos a medidas disciplinarias que podrían incluir amenazas de muerte o la muerte», señaló Begg. La mayoría de países que se enfrentan a la amenaza que supone que regresen nacionales que han estado tan radicalizados ha comenzado a cambiar hasta la legislación de los países más afectados, creando nuevas leyes para este tipo de terrorismo. Canadá, por ejemplo, ha prohibido que cualquiera de sus nacionales viaje para este fin o que se anime a la captación de combatientes. En este sentido, Begg, de 46 años, propone que el Gobierno británico amnistíe a todos aquellos que regresen de Siria e Irak e inicien programas de rehabilitación similares al realizado en Dinamarca. Una tendencia contraria a la que quiere el Gobierno de David Cameron.

También ayer, el Estado Islámico arremetió contra los gobiernos que no pagan los rescates a través de un comunicado leído por el rehén británico secuestrado en Siria en 2012 John Cantlie. En un vídeo de unos seis minutos de duración difundido en varios foros yihadistas, el periodista, que se presenta a sí mismo como «abandonado por su propio gobierno», declara que «sólo los británicos y los estadounidenses abandonan a sus ciudadanos tras meses de negociación». De hecho, según informaciones de «The New York Times», los rehenes de estas nacionalidades son los más torturados por los captores del Estado Islámico por este motivo.

Los peshmergas toman Zumar

Los peshmergas lograron ayer una victoria al retomar la localidad del norte iraquí de Zumar y otros pueblos de alrededor que estaban en manos del Estado Islámico. Los peshmergas fueron ayudados por los bombardeos aéreos de la coalición internacional para poder lograr la victoria frente al Estado Islámico.