Los kurdos recuperan dos ciudades cristianas y una presa clave

El Kurdistán iraquí ha resurgido como el principal aliado de Occidente en la lucha contra el Estado Islámico (EI). Aunque la situación difiere a 2003 cuando las fuerzas kurdas apoyaron a la coalición internacional para derrotar a Sadam Husein, las autoridades kurdas han demostrado que son los únicos socios fiables en Irak. Occidente ha insistido en que su apoyo militar a los kurdos de Irak para combatir la amenaza del EI tiene que ir de la mano con un acuerdo político con Bagdad. El apoyo de las autoridades kurdas a la formación del nuevo Gobierno iraquí encabezado por el chií, Haider Al Abadi, es un signo positivo hacia la reconciliación política entre Bagdad y Erbil, que busca la independencia del Kurdistán. Después de meses de agitación política en Irak y la retirada de los ministros kurdos de Bagdad, las autoridades kurdas se están preparando para unirse al nuevo gabinete. Líderes políticos kurdos han acordado «reanudar las negociaciones sobre su participación en el gobierno iraquí a través de pequeñas delegaciones organizadas», informó Bilal Sulaiman, un alto funcionario de la Liga Islámica del Kurdistán (Komal) a la web kurda Rudaw. «Los líderes de los cinco principales grupos kurdos han elaborado un plan para tratar con sus homólogos chiíes y suníes la formación del nuevo gobierno», señaló Sulaiman.

Mientras, sobre el terreno ayer continuaron los ataques. Las milicias kurdas de los pesmerga, apoyados por la aviación estadounidense, recuperaron dos localidades cristianas al norte de Mosul. Las aldeas de Batnaya y Telesqof, ubicadas en la zona de Telquif, a sólo 15 kilómetros al norte de Mosul. Una operación que supone la mayor aproximación de las fuerzas kurdas a la capital de Nínive desde que las tropas iraquíes se retiraron en estampida cuando cayó Mosul en junio. Las fuerzas estadounidenses bombardearon otras áreas ubicadas también en la zona de Telquif, en ataques contra diferentes grupos, sedes y posiciones del Estado Islámico (EI) en las proximidades del Ayuntamiento de Telquif. Asimismo, los cazas de EE UU atacaron el proyecto hídrico de Telquif, cercano a la zona de Al Sadar y Bauiza, donde al menos murieron 26 combatientes del EI. Desde el sábado, cazas estadounidenses han estado bombardeando los alrededores de la presa de Mosul, mientras las tropas kurdas avanzan posiciones. Se trata de la mayor operación llevada a cabo por la aviación de EEUU desde que sus tropas se retiraron de Irak a finales de 2011. Los progresos de los combatientes kurdos en la presa de Mosul se han visto obstaculizados por minas en las carretas que han plantado los yihadistas para proteger la presa, la mayor del país que proporciona electricidad y agua de riego para la agricultura a gran parte de la región.

El portavoz de las Fuerzas Armadas iraquíes, el general Qasem Atta, dijo en declaraciones difundidas por el canal oficial de televisión, Al Iraquiya.

que "fuerzas antiterroristas (iraquíes) y tropas 'peshmergas' (kurdas), con apoyo aéreo mixto (iraquí y estadounidense), han limpiado la presa de Mosul del EI por completo". "Las fuerzas iraquíes han izado la bandera (de Irak) en la presa", añadió Atta, sin dar mayores detalles. Anoche, las fuerzas kurdas ya recuperaron el 60% de la instalación hidráulica, después de violentos ataques con los yihadistas, que se hicieron con la presa el pasado 7 de agosto.

Otro de los frentes abierto es la provincia de Saladino, donde ayer las fuerzas de seguridad iraquíes, apoyadas por combatientes tribales, mataron al menos 12 radicales del Estado Islámico (EI). Estos yihadistas murieron durante choques entre los dos bandos en el norte de la localidad de Al Daluaya, a unos 80 kilómetros al norte de Bagdad.

No obstante, ni los bombardeos de la aviación estadounidense ni la operación terrestre de las fuerzas pesmergas pueden detener las atrocidades que siguen cometiendo los yihadistas contra las minorías de Irak. Grupos minoritarios, como los yazidis, cristianos, Shabak y los turcomanos, permanecen bajo la amenaza de secuestro o muerte a manos de los yihadistas. Este fin de semana, combatientes del EI han ejecutado a 400 yazidis que rechazaron abrazar el Islam. Los combatientes kurdo-sirios han empezado a entrenar en la ciudad norteña de Qamishli, en la frontera entre Irak y Siria a cientos de voluntarios yazidis que han huido a Siria en busca de la protección de los Comités de Protección Popular kurdos, que combaten contra el EI. La formación se está llevando a cabo en varios campamentos dentro de la región kurda de Siria de Al Hasaka. Los voluntarios son entrenados en el manejo de armas y tácticas de combate durante varios días antes de ser enviado de regreso al monte Sinjar.