Los yihadistas afirman que el incendio de Notre Dame es una "castigo de Alá"

Las redes sociales están repletas de videos y mensajes en los que se insiste en que este suceso es un “buen presagio” para la causa del Islam.

Se suele decir que el que no se consuela es porque no quiere y que, llegado, el caso, una derrota se puede disfrazar de “victoria” con un hecho casual. Esto es lo que ha ocurrido con el incendio de la catedral de Notre Dame en París, que los yihadistas consideran un castigó de Alá por los atentados de Nueva Zelanda contra dos mezquitas, y un “buen presagio” para el futuro inmediato.

Según expertos antiterroristas, consultados por LA RAZÓN, el islamismo radical, que anunció a bombo y platillo venganzas por lo ocurrido en Nueva Zelanda, no ha logrado, pese al paso del tiempo, materializarlas, lo que no quiere decir que en estos momentos no tengan en preparación un gran atentado.

Pero mientras, el incendio de Notre Dame ha servido a los cabecillas yihadistas para tener entretenida a su gente y atribuir, nada menos que a su dios, Alá, la inspiración del incendio como castigo a los “cruzados” e infieles en general.

Las redes sociales están repletas de videos y mensajes en los que se habla de este asunto y se insiste en que es un “buen presagio” para la causa del Islam. Además, señalan al templo parisino, parcialmente destruido, como punto de origen de las Cruzadas.

LA RAZÓN ha publicado ya los mensajes de al Muntasir Media y del clérigo al que se vinculó con Al Qaeda, Abu Qutada, pero hay muchas más.

Un individuo que se identifica como combatiente en Siria publica en una red social que el incendio es un “un buen augurio al que seguirá un colapso a nivel internacional (...) la cruz más antigua cayó a causa del incendio. Por Alá, es un gran mensaje y una buena noticia”.

Otro sujeto va más allá y habla de “800 años de adoración de Satanás y otros rituales diabólicos se ha convertido en humo en unos minutos. Resulta emocionante, por no citar las Cruzadas y las guerras promovidas por la Iglesia contra los musulmanes ".

Algunos afinan más y se les ve claramente dónde les duele: lo de Notre Dame es el castigo por la caida de Baghouz, el último bastión de Daesh en Siria.

O que el incendio es una respuesta a los atentados de Nueva Zelanda y que todo ello hay que atribuirlo a la bendición de Alá. “No sabían que habían traído muerte sobre ellos mismos. No

sabían que abrieron las puertas del infierno, que solo se cerrarán sobre sus cuerpos quemados ".

Otro escribe: “alabado sea Alá que quemó sus iglesias y destruyó sus cruces. Y que no haya consuelo para los hipócritas que expresaron tristeza por un hecho que conlleva tanta felicidad”.