Internacional
Maduro enviará una fuerza naval al Caribe en plena crisis
El líder bolivariano aumenta su retórica belicista El régimen venezolano responde así al intento de activar el TIAR, un tratado interamericano que permitiría una acción militar de varios países contra Venezuela. Las autoridades anuncian que ya no habrá más contactos con la oposición auspiciados por Noruega
Nicolás Maduro sigue mostrando músculo militar. Están en pleno desarrollo los ejercicios militares «Soberanía y Paz 2019», con los que se busca desactivar cualquier intento del Gobierno colombiano de agredir a la nación, según la narrativa oficial. El «protector» del estado fronterizo de Táchira, Freddy Bernal, había dicho que se movilizarían más de 3.000 soldados en las fronteras con Colombia para ello, pero otras fuentes oficiales –como el sistema de medios públicos– han llegado a hablar de hasta 150.000 soldados enviados por Maduro.
La cifra es exagerada, pues el conjunto total de combatientes activos, según registros del propio Ministerio de la Defensa, se sitúa entre 95.000 y 150.000 uniformados. A ellos habría que sumarle al menos 100.000 más incorporados a la Milicia Bolivariana.
Este viernes se anunció que los ejercicios militares se ampliarán a la zona costera del país, con cara hacia el Caribe, ante supuestas «amenazas externas». El anuncio lo hizo el jefe del Comando Unificado de la Fuerza Armada (Ceofanb), almirante Remigio Ceballos.
El comandante informó que la Armada verificará las rutas de navegación para «resguardar nuestro territorio de las amenazas de países que están en contra de nuestra soberanía, sobre todo gobiernos oligárquicos que intentan fragmentar a Venezuela». Ese componente cuenta con buques de guerra que incluyen fragatas, patrulleros, dos submarinos y vehículos anfibios.
El propio Maduro felicitó a los militares que han estado desplegados en las zonas fronterizas mientras su ministro de Exteriores, Jorge Arreaza, acusó a Estados Unidos de querer implementar «ilegalmente» el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) para agredir al país ante la cual «defenderemos nuestro territorio por todas las vías y todas las maneras», dijo este viernes desde Ginebra, donde se reúne el consejo de derechos humanos de la ONU que ha estado discutiendo el llamado informe Bachelet.
Según Arreaza, su Gobierno está dispuesto a conversar con el de Iván Duque para aliviar tensiones fronterizas. Pero el mandatario colombiano ya ha dicho no estar interesado en hablar con «un dictador», pues él reconoce a Guaidó como legítimo mandatario de Venezuela. Entretanto, el Ejército colombiano se mantiene en «alerta especial», según advirtió el comandante de las Fuerzas Militares colombianas, el general Luis Fernando Navarro.
La Unión Europea, en voz de Federica Mogherini, ha insistido en que se encuentren soluciones negociadas para la crisis venezolana. Pero es una postura que se va quedando huérfana. Nicolás Maduro insistió en que «no nos verán más la cara» en la mesa de negociaciones que había en Barbados, amparada por Noruega como mediador.
La postura de Maduro responde a la supuesta postura «entreguista» de Juan Guaidó, el líder opositor que encabeza el parlamento y es reconocido como presidente «interino» del país por más de 50 naciones, con respecto al reclamo territorial con Guyana sobre el Esequibo. El opositor ha ratificado que «el Esequibo es nuestro» y que la soberanía hay que ejercerla y defenderla, y ni solo mentarla.
Las conversaciones entre las partes, bajo gestiones de Oslo, comenzaron en mayo, pero fueron suspendidas en agosto, cuando los delegados de Maduro se retiraron molestos por un decreto del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que congeló activos venezolanos en el exterior.
La oposición ya sabe que ese diálogo «se agotó», lo ha confirmado este viernes el jefe de la delegación, Stalin González. «Volver a ese formato no lo vemos viable, porque ya todo lo que se tenía que discutir se discutió, hemos dicho que cuando el régimen esté listo para llegar a un acuerdo, vamos a estar listos para llegar a un acuerdo integral para salir de la crisis», subrayó el también diputado. «El Reino de Noruega realiza esfuerzos para retomar las conversaciones, pero el gobierno está aferrado al poder», añadió.
González aseveró que se seguirán activando mecanismos de presión internacional para lograr que se produzca un cambio político en Venezuela, especialmente de cara a la Asamblea General de Naciones Unidas que se celebra la próxima semana en Nueva York, a las que Nicolás Maduro confirmó el jueves que no asistiría.
Juan Guaidó ha sido invitado a participar en eventos relacionados de la sociedad civil, pues la administración chavista mantiene la representación formal ante la sede de la ONU en la ciudad estadounidense.
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