Cuba

«Marx hoy en Cuba estaría encarcelado o fusilado»

Elizardo Sánchez Santacruz, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos, asegura que «en Cuba no ha habido reformas, solo falsas señales de cambio». Asegura que «si la UE firma un acuerdo con Cuba será una mala noticia para los derechos humanos» y que «cuando los Castro se mueran van a dejar un país arruinado»

Elizardo Sánchez, el lunes con José María Aznar
Elizardo Sánchez, el lunes con José María Aznarlarazon

Elizardo Sánchez Santacruz es el decimonoveno disidente cubano que sale de la isla desde que el Gobierno castrista flexibilizó la ley migratoria hace cuatro meses. En su gira por varios países de Europa, quiere denunciar la situación de los derechos humanos, cívicos y políticos en Cuba, "la peor de toda Latinoamérica", según explicó ayer en una rueda de prensa en la Fundación Hispano-Cubana.

El veterano disidente, que apoyó la revolución cubana en sus inicios y que se declara un disidente socialista, advirtió ayer a España y al resto de Gobiernos europeos de que un acuerdo bilateral UE-Cuba "sería una victoria para el régimen cubano"y "una muy mala noticia"para el movimiento de derechos humanos porque "le daría al castrismo más capacidad para la represión". Sánchez, presidente desde hace años de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, se mostró partidario de alcanzar un acuerdo de este tipo -que daría un estatus especial a Cuba en materia de cooperación- sólo si se producen "reformas". Y lo que ha habido hasta ahora "son sólo señales de falsos cambios".

El activista de derechos humanos alabó la aparición de "miles y miles"de disidentes dentro de la isla en los últimos años. "Antes éramos unos pocos". Y añadió que entre todo ellos cada vez existe más unidad. "La sopa de letras"que era la disidencia cubana "se ha ido definiendo en una tendencia hacia la convergencia y la unidad que puede llegar a buen puerto".

También habló del surgimiento de un "nuevo y prometedor"liderazgo compuesto por personalidades como Yoani Sánchez, Guillermo Fariñas o José Daniel Ferrer (en huelga de hambre actualmente por protestar contra la represión). Sin embargo, lamentó que aún no existe "un programa alternativo"de Gobierno para cuando acabe la dictadura: "Cuando los Castro mueran van a dejar un país arruinado", aseveró Sánchez, que reconoció que "nos sentimos insuficientemente preparados"y que "la reconstrucción de la isla ha pasado a ser un tema clave en nuestra agenda".

Preguntado por su posición sobre el "caso Payá"tras la confesión de Ángel Carromero al periódico "The Washington Post"en la que cambió la versión de los hechos (no fue un accidente sino que un coche embistió al vehículo que él conducía), Sánchez explicó que dicha declaración "no es suficiente"y que "seguimos llenos de dudas". "Nosotros siempre hemos apoyado una investigación internacional", matizó.

Sánchez se refirió al sistema carcelario de la isla como "el Gulag cubano". Dijo que actualmente existen 200 prisiones y 60.000 presos, "la mayor tasa relativa de América Latina en un país en el que durante la dictadura del general Batista tenía 14 prisiones y 2.000 presos". Un día después de reunirse con José María Aznar, Sánchez explicó que él fue el primer disidente cubano en salir de la isla (1988) que reivindicó el derecho a regresar, algo que causó "asombro"en un régimen "autoritario y unipersonal"donde "no hay comunismo", dijo. "Marx hoy en Cuba estaría encarcelado o fusilado", sentenció el activista, que también quiere reunirse con Felipe González (que ya lo recibio cuando era presidente de Gobierno) y con Izquierda Unidad.