Crisis en Túnez
Mehdi Jomaa: «Mi sucesor deberá mantener la senda del compromiso y la unidad»
Mehdi Jomaa. Primer ministro de Túnez
Mehdi Jomaa, el primer ministro de Túnez, es una de las personalidades más valoradas por la sociedad. Jomaa, cultivado y con bagaje en el sector empresarial, no es político, forma parte del Gobierno de tecnócratas instaurado tras los dos convulsos Gabinetes del partido islamista Ennahda entre 2011 y el final de 2013. El ingeniero tomó las riendas del país en enero y ha logrado que ayer se celebraran las primeras presidenciales libres en la historia del país magrebí. A primera hora de la mañana, Jomaa acudió a votar en un colegio de una preciosa zona residencial en Cartago. Esperó en la fila durante más de 20 minutos, pese a que muchos tunecinos le invitaban a pasar primero. Él no lo reconoce (o no puede), pero fuentes bien informadas aseguran que las futuras autoridades ya le han pedido que se quede en su puesto de «premier» hasta marzo o abril. Tras ejercer su derecho al voto, junto a su mujer, atendió a las preguntas de LA RAZÓN.
–Usted es una de las figuras mejor vistas por los tunecinos y, sin embargo, no estará en el próximo Gobierno. ¿Por qué?
–Mi misión es por un tiempo limitado. Tengo unos objetivos y debo lograrlos. Una vez que termine esta misión, mi papel habrá terminado y yo podré volver a mi vida civil.
–¿Quién sería un buen candidato para sucederle? ¿Debe ser independiente o miembro del partido más votado en las elecciones legislativas?
–Pienso que lo primordial es que sea tunecino. Son tantos los retos a los que se va a enfrentar que debe seguir en nuestra senda del compromiso, de la unidad. No desviarse. Por tanto, debe ser una persona competente que se rodee de un equipo competente y con un amplio compromiso en encontrar acuerdos entre la mayor parte del espectro político tunecino.
–Cuando usted llegó al poder en enero 2014, ¿cómo encontró los asuntos que concernían a la seguridad del Estado?
–En enero entrábamos en el tercer año desde la revolución. Nuestra primavera árabe trajo consigo la desestabilización de todo el Estado. Había algunas debilidades, es cierto, pero nos pusimos a trabajar duro con todo el equipo y ahora podemos reorganizarlo. Tienen espíritu ganador y se han organizado muchísimo. Nos han mostrado que están listos para afrontar todos los peligros. Creo que hoy están completamente preparados para enfrentarse a cualquier emergencia.
–Una de las misiones que tenía como primer ministro era la de organizar elecciones legislativas y presidenciales. Parece que lo ha cumplido...
–Me siento muy contento, por supuesto. Sin embargo, mi misión todavía no ha terminado. No puedo decir «misión cumplida». Me queda muchísimo trabajo por hacer.
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