/ Embajador de la República Islámica de Irán

El embajador iraní, Mohammad Fadaifard, lleva siete meses en España. De hecho, fue uno de los primeros que presentó sus credenciales al nuevo Rey Felipe IV. Esta semana se ha anunciado la prolongación de las negociaciones para llegar a un acuerdo nuclear entre Irán y los países del grupo P5+1. Para conocer más a fondo el punto de vista de Teherán a este controvertido respecto, LA RAZÓN entrevistó al embajador en su despacho en Madrid. -Se han extendido las conversaciones sobre el programa nuclear iraní. Aun así, ¿podemos ser optimistas? -Sí. Soy totalmente optimista sobre el resultado que podrán tenerlas negociaciones. Porque en las rondas que hemos tenido, sobre todo en el último año, hemos visto que las posiciones se han acercado. Nuestra contraparte ha llegado a la conclusión de que en vez de la presión o de los embargos, es mejor acoger el camino de las negociaciones. Personalmente, creo que las negociaciones pueden ofrecernos mejores resultados. Hemos demostrado en las conversaciones que simplemente estamos buscando nuestro derecho según los reglamentos internacionales y no estamos exigiendo más. Asimismo hemos demostrado nuestra disposición a quitar cualquier tipo de preocupación lógica que tenga nuestra contraparte. La prórroga de siete meses y siete días no quiere decir que el acuerdo final tenga que llegar consumiendo todo el tiempo. Nosotros esperamos que se llegue antes al acuerdo final. Otra razón para el optimismo es que durante las negociaciones actuales ya no estamos hablando sobre la continuidad de los embargos sino sobre el levantamiento de los embargos. Al mismo tiempo, no se está negociando sobre paralizar las actividades nucleares de Irán sino de continuarlas. En mi opinión, con las nuevas ideas que se estaban presentando hacía falta, verdaderamente, un poco más de tiempo.

-¿Y cuáles son los obstáculos principales? ¿Qué necesita el Gobierno de Teherán que firmen los otros países?

-El obstáculo principal han sido las exigencias desmedidas de algunos miembros del 5+1. Otro obstáculo ha sido que la contraparte creía que la política de presión desde la amenaza o el embargo podía resultar con Irán. Si la otra parte deja de exigir cosas desmedidas podemos llegar a buen puerto.

-¿Y qué es en lo que Irán nunca va a ceder aunque se lo exijan el resto de países?

-No vamos a renunciar nunca al uso pacífico de la energía nuclear para responder a las necesidades internas de nuestro país. La energía nuclear es la base de los avances científicos de cualquier país. Actualmente estamos usando esa energía en áreas como la agricultura o la medicina.

-Barack Obama ha perdido el Congreso en las elecciones legislativas de principios de noviembre, ¿se han replanteado las autoridades iraníes el acuerdo por ello? Los republicanos siempre tienen una línea más dura respecto a Irán...

-Las políticas o los objetivos de la República Islámica de Irán no se diseñan en base a los resultados de unas elecciones parlamentarias en EE UU. Las decisiones se toman en Teherán y en base a los intereses iraníes. Durante los últimos 36 años hemos convivido tiempo con gobiernos de ambos bandos, tanto republicanos como demócratas. Las decisiones del Gobierno de EE UU se toman en Washington y por los intereses del pueblo norteamericano. Sería beneficioso para EE UU cambiar la política hostil frente a la República Islámica de Irán. A cualquier partido. Las políticas de cooperación son muchísimo mejor que las de confrontación en las relaciones.

-¿Cómo está sufriendo la economía iraní con todas las sanciones impuestas por Occidente?

-Todo lo que son las sanciones o los embargos lo vemos como instrumentos oxidados que ya no sirven. Los embargos o las sanciones son un arma que

en algún caso puede tener efecto o influencia sobre los intereses del, mismo pueblo del mismo país que los aplica. Son un instrumento que sobre

todo apunta al bienestar del pueblo más allá de poder presionar a los gobiernos. Por ejemplo, aunque hemos avanzado mucho en la fabricación de

medicina todavía tenemos una parte de importaciones. Debido a las sanciones, hemos tenido problemas en las transacciones bancarias y por eso hemos dejado obligatoriamente de importar algunos medicamentos y eso influye en la salud de mucha gente en nuestro país. Hay que resaltar que esta sanción ha afectado al pueblo pero no ha influido para nada en las posiciones políticas de Irán. Al mismo tiempo, los embargos y las sanciones nos han dado algunos beneficios, pues hemos podido encontrar otras contrapartes en los negocios, en los comercios, en la economía. Y otro beneficio que nos ha dado paralelamente los embargos, ha sido la autosuficiencia. Los embargos fueron adoptados para obstaculizar el avance de las actividades nucleares iraníes. Pues bien, cuando empezaron a aplicarse sólo teníamos en funcionamiento 200 centrifugadoras. Actualmente tenemos 19.000 centrifugadoras en funcionamiento. Le puse ese ejemplo para que vea cuál es el efecto de las sanciones sobre nuestra posición, sobre nuestro programa.

-Una vez que se llegue al acuerdo, ¿cómo se podrán beneficiar las empresas españolas?

-Hay un refrán persa que dice: cuando uno paraliza una pérdida eso es un beneficio. Las relaciones económicas entre Irán con la UE se han reducido un 10% en comparación con 2011. En general, las relaciones con Europa y España se han disminuido alrededor de un 10%. La cantidad, ese 10%, que asciende a 40.000 millones de euros, no se ha paralizado en Irán, sino que se ha desviado a otras zonas del mundo, que son rivales de España y la UE. Creo que la situación que existe con los podemos calificar de "autoembargo"sobre las empresas españolas. En este caso, ellos mismos han dejado de contar con los beneficios que podrían tener unas relaciones económicas con Irán. Las empresas españolas cuentan con una opinión muy positiva en nuestro país. Las compañías iraníes también tienen muy buena fama aquí, de cumplidoras. Las empresas podrán relanzar las relaciones cuándo quieran nosotros podemos fomentar las relaciones en distintas áreas tales como el sector ferroviario, petrolífero, petroquímico, gasístico, las maquinarias, la agricultura, la medicina, así como las energías renovables, la gestión de recursos de agua. No veo por qué las empresas españolas tengan que esperar más para relanzar las relaciones.