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Obama: «No pacificaremos Irak en semanas»

Obama se compromete a mantener los ataques, pero avisa de que EE UU no será «la fuerza aérea iraquí»

Barack Obama da explicaciones sobre la operación en Irak antes de partir de vacaciones
Barack Obama da explicaciones sobre la operación en Irak antes de partir de vacacioneslarazon

Tras el ataque de Estados Unidos contra posiciones de milicianos yihadistas del Estado Islámico (EI) en Irak, Barack Obama afirmó ayer su intención de continuar con los bombardeos para frenar el avance del grupo terrorista suní. No obstante, la colaboración y el diálogo entre los líderes políticos iraquíes será fundamental para solucionar el conflicto. Así lo expresó Obama, como condición «sine qua non» para proseguir con la ayuda militar norteamericana en Irak, que ayer se cobró al menos 15 muertos yihadistas en los ataques cerca de Mosul, la ciudad más importante del norte de Irak que fue conquistada por el EI en junio.

En una entrevista concedida «The New York Times», el presidente de Estados Unidos confirmó el «interés estratégico» de su país en «contener al Estado Islámico» y se mostró firme al asegurar que no va a permitir «la creación de un califato entre Siria e Irak» que sirva como refugio de terroristas. En esta misma línea, justificó la presencia norteamericana en la zona no sólo para hacer retroceder al Estado Islámico, sino también para proteger al personal estadounidense en la zona y a las minorías amenazadas, y para preservar el «espacio con los mejores impulsos dentro de Irak». Así, se refirió a los kurdos, quienes, según Obama, «aprovecharon el tiempo y el sacrificio de las tropas norteamericanas» para desarrollar una región funcional en la que la población, compuesta por distintas sectas y religiones, conviva en tolerancia.

Para llevar a cabo los ataques, necesitará «aliados en el terreno, que llenen el vacío que deje el Estado Islámico», y en este sentido se refirió a la ayuda de los políticos iraquíes. El mensaje de Obama fue claro: Estados Unidos no va a ser «la fuerza aérea iraquí». Colaborará con un Gobierno que proporcione la estabilidad que Irak necesita. Para ello, los líderes políticos tendrán que elegir a un primer ministro que mantenga «junto» al país.

Más tarde, en la primera rueda de prensa tras comenzar los ataques contra objetivos específicos en Irak, Obama reconoció que el conflicto no se resolverá «en cuestión de semanas». Para aquellos estadounidenses que vieron la nueva campaña para mantener la seguridad en Irak como un recordatorio de la ofensiva de hace 10 años, el presidente de EE UU se encargó de asegurar que el país no se va a embarcar en una nueva guerra contra Irak. Obama se refirió a esta campaña como un «proyecto a largo plazo que requerirá cambios políticos y militares». Asimismo, informó de la intención de construir un corredor humanitario para la población civil desplazada en el monte de Sinjar, donde la amenaza del Estado Islámico –hostil con las minorías étnicas– crece por momentos.

La cuestión de la ayuda humanitaria en esta crisis ha comenzado a aunar apoyos. Al igual que Estados Unidos, Reino Unido dispuso ayer el envío de agua potable y tiendas de campaña a la población refugiada en Sinjar. Por otro lado, Francia no sólo proporcionará ayuda humanitaria sino también apoyo a Estados Unidos en el dispositivo que organice el Consejo de Seguridad de la ONU. Australia, por su parte, también anunció ayer su decisión de incorporarse a la ayuda humanitaria a las minorías desplazadas.

En la misma línea, las fuerzas de seguridad kurdas abrieron ayer un paso humanitario en las llanuras de Sinjar para rescatar a más de 5.000 yazidíes atrapados allí tras huir de los combatientes del Estado Islámico. Más de 120.000 iraquíes, de la minoría yazidí y cristianos, se han visto obligados a huir por temor a los yihadistas creando una nueva crisis humanitaria de desplazados. Muchos de ellos se encuentran bloqueados en las montañas desérticas, donde corren riesgos de morir causa del hambre y la sed, así como frente a las masacres de los yihadistas.

Algunos desplazados denunciaron que el EI había ejecutado a civiles yazidíes y que estaban tomando a sus mujeres como esclavas sexuales. «Están matando a nuestros hijos, están matando a la gente mayor, a todas las personas que se oponen las están matando o esclavizando», dijo un testigo a «The Guardian».

La capital del Kurdistán iraquí está empezando a resentirse por la crisis de los refugiados iraquíes. La comunidad internacional ha denunciado en los términos más enérgicos la «masacre» contra la minoría yazidí, que según la ONU podría tratarse de un genocidio. El Consejo de Seguridad de la ONU advirtió de que la persecución contra estas minorías «pueden constituir un crimen contra la humanidad».