Estados Unidos

Obama se lanza a la reconquista económica del país

El presidente Obama, ayer, en la Universidad Knox de Illinois
El presidente Obama, ayer, en la Universidad Knox de Illinoislarazon

El presidente Barack Obama decidió ayer defenderse de los ataques de los republicanos antes incluso de que se retome el curso político. Se adelantó así a la batalla que le espera en el Congreso en otoño con el nuevo aumento de techo de deuda.

El presidente Barack Obama decidió ayer defenderse de los ataques de los republicanos antes incluso de que se retome el curso político. Con un discurso vertebrado en torno a la recuperación económica pronunciado en el centro universitario Knox en Galesburg (Illinois), se adelantó así a la batalla que le espera en el Congreso en otoño con el nuevo aumento de techo de deuda, que tuvo en vilo a los mercados internacionales en el verano de 2011. Obama quiso centrar la atención en la economía después de que en los últimos meses el debate haya girado en torno a la controversia de las armas, los programas de vigilancia y los escándalos que han salpicado a su Administración. Advirtió de que la economía de Estados Unidos puede empeorar si no hay consenso en Washington, mientras pidió al país apoyo para sus prioridades presupuestarias de los próximos meses. A su juicio, se podrán crear más puestos de trabajo y proteger a la clase media. En otras palabras, Obama quiere el apoyo de los ciudadanos para su próxima pelea por los presupuestos y el techo de deuda.

«Mientras Washington se prepara para entrar en otro debate sobre el presupuesto, los riesgos para la clase media pueden aumentar», alertó Obama ante los estudiantes de la universidad de Knox. «Los países pasivos ante la economía global van a perder la carrera por los buenos trabajos y el nivel de vida alto. Por eso, EE UU tiene que hacer las inversiones necesarias para promover el crecimiento a largo plazo y una prosperidad compartida», recordó el líder demócrata en un discurso que, según sus consejeros, es el primero de una serie de intervenciones por todo el país para defender sus políticas.

«No permitiré que la paralización, la falta de acción o la indiferencia terca se interpongan en nuestro camino. Utilizaré cualquier autoridad ejecutiva que tenga en mi poder para ayudar a la clase media», advirtió el presidente después de que la falta de acuerdo de Washington de 2011 sobre el aumento de techo de deuda hiciera que las agencias calificadora crediticia Standard & Poor's» rebajase su nota a Estados Unidos de triple A a AA+.

A juicio de Obama, el Gobierno debe tener cierta función en la promoción de la industria, hacer la universidad accesible, formar a los futuros trabajadores y garantizar una red de seguridad para la clase media. Todas estas ideas han chocado siempre con las de los republicanos, que prefieren un modelo de «empresa libre» en el que el individuo debe procurarse todas sus necesidades.

«Gracias a la resistencia del pueblo estadounidense, hemos salido de la crisis financiera y empezado a plantar nuevos cimientos para conseguir que nuestro crecimiento económico sea más fuerte y duradero», indicó el presidente, que tiene previsto una serie de discursos durante los próximos días para contrarrestar los ataques de los republicanos. Aprendida queda la lección del verano de 2009. Entones, algunos representantes demócratas tuvieron que llamar a los agentes de seguridad para que les sacasen de estos mítines cuando se encontraron con votantes encolerizados mientras les intentaban explicar la controvertida reforma sanitaria, que fue aprobada en marzo de 2010 tras una gran polémica. De poco sirvieron estos encuentros. Entonces, la gran campaña mediática conservadora en contra de la promesa estrella de Obama había surtido efecto. Incluso, algunos creyeron que el presidente tenía un plan secreto para convertir Estados Unidos en Rusia con un seguro universal. Otros sostenían que con la sanidad para todos se iba a matar a los ancianos y los niños.