Política

Guerra en Ucrania

Ochenta soldados ucranianos rinden su unidad a los prorrusos en Lugansk

Los ochenta soldados de reemplazo que cumplían el servicio militar obligatorio en una unidad de las afueras de la rebelde Lugansk rindieron esta madrugada su cuartel a las milicias prorrusas tras un breve tiroteo.

Los milicianos llegaron hasta el cuartel al filo de la medianoche para exigir a los mandos de la unidad 3035 de las Fuerzas Armadas ucranianas su rendición a la autoproclamada república popular de Lugansk, que se ha declarado independiente de Ucrania.

Un soldado disparó una ráfaga contra los insurgentes, mientras que el comandante de la unidad ordenó a sus subordinados hacerse fuertes en el interior de un edificio, según constataron televisiones y medios rusos que asistieron en directo a la rendición.

Al cuartel se acercaron las madres de algunos soldados oriundos de Lugansk para pedir la rendición de la unidad y evitar que sus hijos pudieran resultar heridos, como se pudo ver en las imágenes emitidas por la radiotelevisión estatal rusa.

Finalmente, los militares abandonaron su unidad desarmados y con las manos en alto, aunque Tsepkalo, comandante del llamado Ejército Sureste, brazo armado de los rebeldes de Lugansk, aseguró que todos serán devueltos a sus casas.

Hace cuatro días, apenas unas horas después de la conclusión de la jornada electoral de las presidenciales de Ucrania, el Gobierno de Kiev relanzó con más fuerza que nunca las acciones militares contra los insurgentes prorrusos de las regiones de Lugansk y Donetsk.

Entre 50 y 200 milicianos, según distintas fuentes, y al menos cuatro civiles perecieron el lunes en cruentos combates en el aeropuerto internacional de la ciudad de Donetsk.

Ayer, el fuego de artillería antiaérea llegó al corazón de esa ciudad de casi un millón de habitantes, capital de la rebelde región homónima, sobrevolada desde el lunes por cazas y helicópteros de combate ucranianos.

También el centro residencial de la ciudad de Slaviansk, bastión de la rebelión prorrusa contra Kiev, sufrió ayer ataques con fuego de mortero que dejaron nueve heridos entre los civiles, entre ellos un niño de cuatro años.