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Pekín ampliará la privatización de la banca y atrasará la jubilación

La Razón
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China ampliará la entrada de capital privado en su sector bancario y construirá un sistema de seguridad social "más imparcial y sostenible"que aumente "gradualmente"la edad de jubilación, desveló hoy el Partido Comunista de China (PCCh) en un comunicado publicado por la agencia oficial Xinhua.

Las reformas están recogidas en el documento final del Comité Central del PCCh sobre las decisiones aprobadas durante el Plenario de la formación, que tuvo lugar entre los pasados días 9 y 12 y que no se habían conocido hasta ahora.

Entre ellas, el Partido asegura que permitirá la creación de bancos "pequeños y medianos"de "capital privado cualificado", si bien no especifica si esto incluye también capital extranjero, de momento sólo representado en China por entidades financieras grandes y bajo un alto coste de apertura de las sucursales.

Actualmente, todos los bancos que existen en China cuentan con una mayoría del capital de titularidad pública, sea directamente provisto por la administración (central, provincial, local) o bien a través de otras compañías estatales.

Además, exigirá a las grandes compañías estatales (SOE, siglas en inglés) que devuelvan el 30 por ciento de sus ingresos al Gobierno en 2020, el doble del máximo actual.

Hasta ahora, el porcentaje que estas compañías tienen que dar al Gobierno oscila entre el cero y el 15 por ciento. El dinero recaudado se empleará, añade la formación, para "mejorar la calidad de vida de la población".

China, agrega, promocionará una "reforma pro mercado"en las SOE para romper los monopolios e introducir competencia.

Menciona, específicamente, "monopolios naturales"como el energético y el ferroviario, ambos salpicados por grandes escándalos de corrupción.

Asimismo, el capital privado podrá aportar dinero en proyectos de inversión de fondos del estado, y los empleados de empresas que tengan "multipropiedad"podrán comprar acciones de estas compañías.

El documento también contempla cambios en el sistema de seguridad social, como posponer de "forma progresiva"la edad de jubilación (actualmente, de 60 años en el caso de los hombres y de 55 en el de las mujeres), si bien no estipula un nuevo tope ni el periodo en el que debe ponerse en marcha la medida.

Según el texto, la gestión de las pensiones personales "será mejorada", aunque no dice cómo, y se fortalecerá la red de ayuda para los niños que se quedan en las zonas rurales, normalmente atendidos por sus abuelos, tras la migración a las ciudades de sus progenitores en busca de trabajo.

Se adoptarán políticas, agrega, para facilitar las transferencias de los seguros de las zonas rurales a las urbanas y expandir las coberturas a los ciudadanos con menores ingresos.

Con el fin de impulsar la urbanización del país, uno de los principales objetivos del primer ministro, Li Keqiang, el documento subraya que China "acelerará la reforma del sistema del hukou", como se conoce al actual permiso de residencia.

El "hukou"restringe el movimiento de la población al impedir el acceso a servicios básicos como la educación o la sanidad en lugares que no sean el de nacimiento, o el de registro del permiso residencial.

Para "ayudar a los campesinos a convertirse en ciudadanos urbanos", se pondrán en marcha "requisitos razonables"para los residentes rurales que quieran obtener el "hukou"en las ciudades, y se controlará "estrictamente", añade, el tamaño de la población en las megalópolis.

De momento, no menciona la reforma de la tierra -propiedad estatal bajo la ley actual-, clave para que los campesinos puedan vender sus derechos de explotación y obtener ingresos que les permitan emigrar las ciudades.

Señala, por otro lado, que considerará la creación de un tribunal de propiedad intelectual para "animar a la innovación", y que "fortalecerá la lucha contra los crímenes de internet", después de un año en el que el Gobierno de Xi Jinping ha endurecido las medidas y la represión para combatir la divulgación de "rumores"en la red.