Brasil

Por qué la democracia no le gusta al hijo de Bolsonaro

Carlos Bolsonaro asegura que “por vías democráticas la transformación que Brasil quiere no sucederá a la velocidad que deseamos”

Jair Bolsonaro tras ser operado junto a su hijo Eduardo, que porta una pistola en la cintura/Twitter/@BolsonaroSP
Jair Bolsonaro tras ser operado junto a su hijo Eduardo, que porta una pistola en la cintura/Twitter/@BolsonaroSPlarazon

Carlos Bolsonaro asegura que “por vías democráticas la transformación que Brasil quiere no sucederá a la velocidad que deseamos”

¿De tal palo tal astilla? Un hijo del presidente brasileño Jair Bolsonaro causó revuelo al cuestionar la democracia en el país más grande de América Latina, que se puso en marcha en 1985 tras una dictadura militar de dos décadas.

"Por vías democráticas la transformación que Brasil quiere no sucederá a la velocidad que deseamos...y eso sucede. Solo veo todo el día la rueda girando en torno del propio eje y los que siempre nos dominaron continúan dominándonos de formas diferentes", tuiteó Carlos Bolsonaro, un asesor cercano a su padre y concejal en el ayuntamiento de Río de Janeiro.

Bolsonaro, de 36 años, no dijo a qué se refería con "transformación", pero el partido de gobierno de su padre está tratando de introducir cambios económicos y sociales, ya que tiene que formar alianzas para obtener una mayoría en el Congreso.

Dilma Rousseff, ex presidenta y víctima de la dictadura durante la cual fue encarcelada y torturada, condenó el tuit del hijo del presidente. "Solo aquellos que lucharon por la democracia, que han pasado por el exilio, la tortura y el encarcelamiento saben que la democracia es el único régimen posible para promover el cambio y hacer que un país como Brasil avance", dijo.

Felipe Santa Cruz, presidente del Colegio de Abogados de Brasil, también criticó las polémicas palabras: "No se puede aceptar ningún ataque a la democracia, ni se pueden normalizar los impulsos autoritarios", dijo Santa Cruz, cuyo padre fue asesinado por funcionarios durante la dictadura, según una comisión designada por el Gobierno.

El martes, el Colegio de Abogados brasileño participó en un panel sobre la dictadura en Brasil en Naciones Unidas, en Ginebra. José Carlos Dias, ex miembro de la Comisión Nacional de la Verdad de Brasil, denunció lo que describió como un autoritarismo progresivo en Brasil.

Jair Bolsonaro, que ganó las elecciones el año pasado tras los escándalos de corrupción en el anterior gobierno de izquierda, se ha burlado de las afirmaciones que dicen que Brasil se está volviendo un país menos libre.

El mandatario también ha alabado la época de la dictadura militar en su país, un periodo durante el cual se produjeron cientos de ejecuciones extrajudiciales y desapariciones. La semana pasada, Jair Bolsonaro elogió el golpe militar de 1973 en Chile después de que Michelle Bachelet, Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, expresó su preocupación por los asesinatos de la policía brasileña y las presuntas restricciones a las libertades civiles.

Otro de los tres hijos del presidente, el diputado Eduardo Bolsonaro, causó también un importante revuelo cuando el año pasado dijo que sería fácil cerrar el Tribunal Supremo Federal. "Ni siquiera hay que enviar un jeep. Simplemente se envía un soldado y un cabo", dijo el legislador a los agentes de la policía federal en un vídeo que circulaba en las redes sociales.

Carlos Bolsonaro trató de aclarar su tuit del lunes por la noche sobre la democracia, diciendo en Twitter el martes que "democráticamente, las cosas no cambian rápidamente. Es un hecho". También dijo que la indignación fue exagerada, y bromeando añadió: "¿Ahora soy un dictador?"

El presidente tiene una debilidad por su hijo Carlos, quien gestionó las redes sociales durante su exitosa campaña presidencial. En diciembre, el presidente le escribió un mensaje de cumpleaños: "Mi PitBull, gracias siempre por estar cerca".