«Putin puede dejar caer al presidente cuando quiera»

En su nuevo libro «Conspiración. Cómo Rusia ayudó a Trump a ganar las elecciones» (editorial Debate), el periodista británico Luke Harding asegura que el escándalo Rusia-Trump es más grande que el Watergate. Corresponsal para «The Guardian» en Moscú hasta 2011, cuando fue expulsado por el Gobierno, Harding ahonda en el conocido como dosier Steele, elaborado por un ex espía del MI6 que informó sobre supuestas perversiones sexuales de Trump durante su estancia en un hotel de Moscú en 2013. Su teoría es que Trump está en manos del Kremlin.

–¿Cree que Putin traicionará a Trump filtrando material que le pueda comprometer?

–El dosier que los rusos tienen sobre Trump comienza probablemente en los ochenta, cuando Trump visitó la Unión Soviética en 1987 con su mujer invitado por el Gobierno soviético. Los rusos trataron de acercarse a él. Es la clase de persona que les interesa. Este dossier incluye grabaciones de vídeo comprometedoras. Hay una que se hizo durante su famoso viaje a Rusia en 2013. Pero Rusia no necesita publicar material sobre Trump. Putin no solo tiene información sobre la conducta sexual del presidente sino sobre el dinero ruso que fue a la organización de Trump. Putin se encuentra en una posición muy cómoda porque puede dejar caer a Trump en cualquier momento. Uno de los interrogantes que trato de abordar en mi libro es por qué Trump es tan ingenuo con Putin y tan bruto e irrespetuoso con todos los demás. Nunca ha hecho una sola crítica a Putin. Y la única respuesta es obvia: Putin tiene información comprometedora sobre Trump.

–¿Qué espera conseguir Putin de Donald Trump?
–Putin odia a Hillary Clinton. Los correos del Partido Demócrata fueron hackeados para ser publicados por Wikileaks. Trump ha sido un elemento muy útil para conseguir que la candidata demócrata no ganara. Además, ha dividido al país como no lo había hecho otro presidente estadounidense. Ha ampliado las divisiones a nivel político, social y racial. Y ahora Rusia es libre de hacer lo que le parezca en Siria, Ucrania, en Oriente Medio y en Europa.

–¿Abandonará la presidencia por el escándalo ruso?

–No parece probable en este momento. Los republicanos no están por la labor de provocar la caída del presidente. La base de Trump se mantiene estable. Los índices de popularidad del presidente son altos entre sus votantes. Fox News le apoya, dice que cualquier crítica a Trump es falsa. Por otro lado, hay una investigación en curso y el escándalo va a seguir creciendo.

–Rusia ha tratado de interferir en las elecciones de estadounidenses. Estados Unidos hizo en el pasado algo similar en otros países. ¿Qué diferencia hay?

–Los rusos están siendo más inteligentes. Putin es ahora el gran conspirador. Cree que las protestas antigubernamentales en Moscú en 2011 y 2012 estuvieron organizadas por la CIA. Así que en 2016, Putin se la devolvió a Estados Unidos organizando la mayor operación de espionaje de la historia rusa. Usaron tácticas tradicionales de la Guerra Fría actualizadas con un uso muy efectivo de las redes sociales. Es un juego peligroso porque las democracias occidentales son ahora más frágiles.

–¿Hay pruebas de la supuesta interferencia de Rusia en la crisis de Cataluña?

–No soy experto en Cataluña, pero lo que sí puedo decir es que Rusia está a favor del secesionismo en cualquier parte de Europa excepto en la Federación Rusa. Putin instrumentaliza el nacionalismo en Escocia, apoya el Brexit y la independencia de Cataluña porque cree que cualquier cosa que haga daño a la UE beneficia a su país.

–¿Tiene opciones la oposición en las elecciones presidenciales rusas de 2018 ?

–En realidad no son unas elecciones, es algo más bien decorativo. Todos sabemos quién va a ganar. Putin seguirá seis años.