Política

Referéndum en Escocia

¿Qué pasa si gana el no?

La Razón
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Las últimas encuestas apuntan a que será el «no» a la independencia escocesa el que se imponga sobre los deseos secesionistas de la región británica. Sin embargo, el resultado será muy ajustado, esto quiere decir que, probablemente, más de un 40% de la población escocesa verá frustrado su sueño de ser una nación al margen de Reino Unido, lo que obligará a Londres a presentar con celeridad su plan para aumentar la autonomía de Escocia y ceder más competencias tal y como prometieron David Cameron, Nick Clegg y Ed Miliband.

AUTONOMÍA FISCAL

En el manifiesto elaborado «in extremis» el pasado martes, líderes de los tres partidos principales de Westminster se comprometieron a otorgar a Escocia más poderes sobre la gestión de los impuestos, así como en el gasto y el Estado del Bienestar. El nivel de autonomía en este sentido no fue matizado aunque satisfaría en buena medida la independencia de Londres. Sin embargo, existen diferencias entre los firmantes sobre hasta dónde llegaría esta concesión de poderes. Mientras que los conservadores sí se muestran proclives a ceder el control total de sus recaudaciones, los laboristas no aceptarían que dicha cesión superara el 15 por ciento de los ingresos.

CESIÓN DE COMPETENCIAS

Actualmente, Escocia tiene delegadas las competencias en sanidad y servicios sociales, educación, vivienda, administración local, justicia, agricultura, pesca, medioambiente, turismo y deporte. Sin embargo en relación al Sistema Nacional de Salud, Londres se compromete a que ahora sea el Parlamento escocés el que decida al 100% cuánto se gasta en su sistema sanitario, ya que desde Edimburgo insisten en que los recortes de presupuesto de Londres están afectando a la gestión sanitaria de Escocia.

PRESIÓN DE IRLANDA DEL NORTE Y GALES

No cabe duda de que un mayor grado de autonomía para Escocia levantaría ampollas en las otras dos regiones que integran Reino Unido. Irlanda del Norte y Gales pedirían para sí su correspondiente cesión de competencias ya que además, y especialmente Gales, son las que peor paradas sales con la aplicación de la Fórmula Barnett, a través de la cual se transfieren las partidas de dinero a las regiones autónomas en función de su población basándose en la inversión pública que hace Londres en las materias transferidas a las regiones en cuestión.

CAMBIO DE MODELO DE ESTADO

En el hipotético caso de que esta situación llegara a producirse y Londres aceptara extender una mayor autonomía a todas las regiones, el modelo de Estado de Reino Unido podría virar hacia una mayor descentralización derivando así en un modelo federal más similar al alemán, suizo o estadounidense.

TRANQUILIDAD EN LOS MERCADOS

Si finalmente vence el «no», los inversores podrán al fin respirar tranquilos. El referéndum no ha servido sino para depreciar la libra y poner en duda el pago de la deuda soberana. De hecho, ayer, las acciones europeas avanzaron, a excepción de la bolsa de Londres, que retrocedió 0,17 por ciento, y la libra se precipitó a mínimos llegando a los 0.796 euros. El triunfo de la unión clamaría los mercados y pondría fin a las deudas sobre el «pound» y el futuro de las empresas escocesas.