Disturbios

Quito arde contra Lenín Moreno

El presidente regresa dos días después de cambiar la sede del Gobierno. Correa pide elecciones anticipadas.

Más de 50.000 personas salieron a las calles de Quito, la capital ecuatoriana, para pedir al Gobierno que retire las medidas económicas que encarecen el precio del combustible
Más de 50.000 personas salieron a las calles de Quito, la capital ecuatoriana, para pedir al Gobierno que retire las medidas económicas que encarecen el precio del combustiblelarazon

El presidente regresa dos días después de cambiar la sede del Gobierno. Correa pide elecciones anticipadas.

Quito amaneció ayer sitiado. Los principales accesos a la capital de Ecuador permanecían bloqueados con camiones para hacer efectiva la huelga general liderada por indígenas y centrales sindicales con el objetivo de obligar al Gobierno a dar marcha atrás en el llamado «paquetazo», que eleva al doble el precio de los combustibles y endurece las condiciones laborales.

Los enfrentamientos más graves entre la policía y los manifestantes se produjeron en la Plaza del Teatro, el punto en el que las fuerzas del orden cortaron el paso a las marchas, que trataban de llegar al cercano Palacio presidencial de Carondelet. Los manifestantes lazaron piedras contra las tanquetas de las policía, que respondía con botes de gas pimienta. Hay varios detenidos según vídeos publicados por medios locales. En la víspera un grupo de indígenas asaltó el interior de la Asamblea Nacional aunque al poco tiempo fue dispersado por la Policía con gases lacrimógenos. En el interior no había parlamentarios, se habían cancelado las sesiones por las protestas, que duran ya una semana.

La tensión fue en aumento durante la jornada y el presidente Lenín Moreno ordenó un toque de queda entre las 20 horas del martes y las 5 de la mañana del miércoles. Días antes había decretado el estado de excepción y el traslado de la sede del gobierno a Guayaquil, la segunda ciudad del país.

El miércoles era una fecha marcada en rojo, destinada a medir la fuerza de los movimientos de protesta, que han advertido que continuarán con los paros hasta que el presidente restablezca el subsidio a la gasolina y el diesel. Según la Confedereción de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE) más de 50.000 manifestantes indígenas, campesinos, estudiantes y trabajadores del campo y la ciudad han salido a protestar en la huelga general.

Nelson Erazo, líder sindical del Frente Popular, dijo que quieren mantener «a los sectores movilizados por las principales vías, pero debemos tener cuidado con quienes pretenden generar caos; en la huelga general no tienen cabida los correístas», señaló.

Los manifestantes han rechazado los vínculos y han insistido en que su objetivo es acabar con las medidas impuestas por el Fondo Monetario Internacional, que prestó 4.200 millones de dólares en los últimos tres años. Los críticos con el Gobierno asumen que las reformas estructurales de Moreno son consecuencia de esos acuerdos. Entre las nuevas medidas están el abaratamiento deldespido, la ampliación de los contratos temporales y del horario de trabajo.

A pesar de las protestas, Moreno anunció que regresaba a la capital y aseguró que no piensa dimitir ni tampoco dar marcha atrás en su paquete de medidas. El fin del subsidio «es una medida justa que beneficia a los más pobres y va en detrimento de aquellos que se han estado beneficiando de un subsidio de lo más injusto (...) que beneficiaba a los más ricos y a los contrabandistas» , señaló en una entrevista a la BBC. Sobre los manifestantes sostiene que «la mayoría venía a por mí» y por eso trasladó el gobierno a Guayaquil; aunque distingue entre violentos e indígenas «que son gente fundamentalmente de paz» y con quienes pretende iniciar un diálogo.

Desde que arrancaron las protestas hace una semana se han registrado 19 heridos y 676 detenidos según las autoridades. La patronal ha cifrado las pérdidas totales en 720 millones de dólares por el paro y el cierre de vías.