El Futuro de Venezuela

Rajoy pone en marcha el PP latinoamericano

Una delegación popular negocia con los partidos de centro derecha para tejer una alianza antipopulista. La nueva plataforma, a imagen del PP Europeo, se activará a finales de este año

Rajoy pone en marcha el PP latinoamericano
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El PP tiene entre manos un ambicioso proyecto político de importante calado internacional, si llega a buen término lo que hoy en día anticipan los movimientos que han hecho, con la reserva que exige estos procesos.

El PP tiene entre manos un ambicioso proyecto político de importante calado internacional, si llega a buen término lo que hoy en día anticipan los movimientos que han hecho, con la reserva que exige estos procesos. Por encima del ruido de las polémicas nacionales, el partido se ha embarcado en una intensa actividad de contactos exteriores en toda Latinoamérica con un objetivo: unir al centro derecha en una plataforma política, a la imagen del PP europeo o de lo que hizo el ex presidente José María Aznar a principios de los años 90 al imponer la unidad sobre los personalismos y la división entre liberales, democristianos y conservadores. Esto tiene como fin plantar cara al populismo o socialismo del siglo XXI, una mezcla explosiva de demagogia y populismo tradicional y que se ha convertido en un mal contagioso en toda la región. El proyecto ha ido avanzando en la sombra con esa discreción que tanto gusta al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Especialmente a partir del pasado mes de diciembre, cuando aludió por primera vez a él la secretaria general, María Dolores de Cospedal. Y las conversaciones ya han empezado a dar sus frutos. Esta semana pasada el PP envió una delegación a Argentina y Chile con el pretexto de la celebración del 25º aniversario de la Fundación Libertad, que ha tenido lugar en Buenos Aires y en Rosario. En estos actos participaron importantes intelectuales como el escritor Mario Vargas Llosa, ex presidentes y ex ministros latinoamericanos y representantes de la Fundación FAES, que preside Aznar. Ha sido una celebración por todo lo alto, que el PP ha aprovechado, además, para multiplicar los contactos con los partidos de su entorno ideológico de la mayoría de los países. Esta delegación la encabezaba el portavoz del PP, Carlos Floriano, y el responsable de Asuntos Exteriores, José Ramón García Hernández. Entre otros, ha habido conversaciones con partidos del centro derecha argentinos, venezolanos, uruguayos, chilenos, mexicanos, dominicanos... También con personalidades vinculadas a fundaciones y «think tanks» de la región como el CARI (Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales) o el Instituto Libertad (chileno). Y pese a las dificultades del proyecto, dada la división interna que en cada país existe dentro de la opción del centro derecha latinoamericano, el acuerdo para crear la nueva alianza está ya tan avanzado que las partes han quedado en convocar un cónclave en Argentina para este verano, que podría ser en julio. Esta reunión debe servir para concretar cómo se organiza esta nueva plataforma política, su dirección, sus estatutos y demás cuestiones de funcionamiento interno.

Rajoy autorizó en la última reunión de la Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos, que diesen un acelerón a estos trabajos a través del citado viaje, que concluye este lunes, y dentro de una estrategia dirigida a buscar una respuesta cohesionada frente al Socialismo del Siglo XXI. La base es la exportación del modelo del PP europeo, que «se ha impuesto sobre la Internacional Socialista en todo el marco europeo». Así se lo han explicado a sus compañeros de los partidos homólogos. Tomando ese ejemplo, la idea es constituir también mesas sectoriales de trabajo de las que salgan propuestas únicas en el área económica, social o de organización interna. La división de esas mesas, el número y las materias, deberá terminar de concretarse en la próxima reunión del verano.

Aunque de puertas afuera la primera impresión lleva a desconfiar de que pueda terminar cuajando esta alianza en el medio plazo, los que están al tanto de la negociación sostienen con firmeza que la idea es que el proyecto pueda ponerse en marcha para finales de este mismo año. Antes no porque por medio hay importantes elecciones en algunos países latinoamericanos que colocan otras prioridades en el camino. Las siglas sobre las que hay un consenso muy avanzado son las de PP latinoamericano. En nombre de Rajoy, Floriano ha defendido esta pasada semana en sus distintos contactos que el ideario de este PP latinoamericano debe sustentarse en las reformas, la racionalidad económica, el libre comercio y las libertades individuales. También ha explicado que el reformismo necesita de partidos fuertes y cohesionados que den respuesta al desafío ideológico que supone el socialismo del siglo XXI, porque combina el socialismo del antiguo Telón de Acero con doctrinas como el populismo revolucionario y el nacionalismo excluyente. «La alianza iberoamericana, como puerta de entrada privilegiada al resto de Europa». La llegada de líderes populistas de izquierdas a los gobiernos de algunos países iberoamericanos, caso de Argentina, Venezuela o Bolivia, ha impuesto un retorno al control estatal de la economía y ha traído una oleada de nacionalizaciones y reestatalizaciones que han sembrado la región de inseguridad jurídica. Por poner solo un ejemplo de los efectos de un movimiento político basado en la retórica estatista y antiliberal, y que atraviesa un delicado momento de inflexión tras la muerte del venezolano Hugo Chávez, su principal líder y referente.