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Bruselas

Renzi desafía a la UE con sus cuentas

El primer ministro italiano envía a Bruselas unos presupuestos «bajo sospecha» por incluir 18.000 millones en bajada de impuestos y no atajar el abultado déficit

Renzi (en la imagen) y Hollande están en el punto de mira de Bruselas por dirigir las dos economías con más problemas de la zona euro
Renzi (en la imagen) y Hollande están en el punto de mira de Bruselas por dirigir las dos economías con más problemas de la zona eurolarazon

El primer ministro italiano envía a Bruselas unos presupuestos «bajo sospecha» por incluir 18.000 millones en bajada de impuestos y no atajar el abultado déficit

El primer ministro italiano es un hombre de su generación. Enganchado siempre al móvil y a las redes sociales, ha hecho de éstas su principal herramienta de comunicación política. Especialmente de Twitter, que con sus 140 caracteres por mensaje le ofrece un espacio ideal para su particular forma de expresarse en la que parece pasar de un titular a otro. Matteo Renzi volvió a demostrarlo con su explicación previa de los Presupuestos de 2015, en cuya redacción se enfrascó hasta última hora de la tarde de ayer, cuando acabó la fecha límite impuesta por la Comisión Europea a los países de la zona euro para que enviasen las cuentas del año que viene. «La diferencia entre los Presupuestos de 2014 y los de 2015 es que hay 18.000 millones [de euros] en tasas de menos. Eso es todo. Italia marcha de nuevo». Según señalaba el jefe de Gobierno con su habitual aplomo y capacidad para simplificar, se trata de «la mayor bajada de impuestos» de la historia italiana. Espera el joven líder izquierdista que los primeros presupuestos de los que se ocupa tengan un impacto real para los ciudadanos y empresas, pues en este ocasión «el objetivo es el crecimiento». Entre bajadas de impuestos y reducción del gasto público espera alcanzar los 30.000 millones de euros. «Lo entiende todo el mundo excepto algunos en Europa: el crecimiento es la prioridad», destacó Renzi, quien a pesar de cargar contra el Pacto de Estabilidad, garantizó que el déficit italiano se mantendrá en 2015 por debajo de lo acordado con el resto de países de la zona euro. «Precisamente porque nosotros respetamos el 3% no aceptamos que nadie en Europa haga de profesor tratando al resto como estudiantes», advirtió hace unos días.

Según las estimaciones que hizo el mes pasado, en 2015 el déficit alcanzará el 2,9% del PIB, una cifra mucho más alta de lo previsto antes del verano, cuando se estimaba que no superaría el 1,8%. En el tiempo pasado desde entonces se ha confirmado que el país sigue en su tercera recesión económica en los últimos seis años. En el segundo trimestre el PIB ha disminuido un 0,2% respecto al mismo periodo del año anterior. El déficit público ha ido creciendo a la par: en el primer semestre de 2014 fue del 3,8% del PIB, 0,3 puntos porcentuales más que en el mismo espacio de tiempo del año anterior. 10.000 millones de los 18.000 millones de euros de la bajada de impuestos corresponden a la medida estrella lanzada por Renzi poco antes de las elecciones europeas del pasado mes de mayo, cuando redujo la presión impositiva sobre los asalariados con ingresos menores a 25.000 euros anuales. Los alrededor de 10 millones de italianos en esta situación están recibiendo desde mayo alrededor de 80 euros adicionales al mes en su nómina. Otra buena parte de esa cifra, 6.500 millones de euros, corresponde al fin de un impuesto regional que grava el trabajo, el IRAP. Otros 1.000 millones de euros se destinarán a exenciones tributarias para las empresas que hagan contratos indefinidos, mientras que los 500 millones de euros restantes están dedicados a ayudas a las familias en situación desfavorecida.

La aprobación de los presupuestos italianos por Bruselas no se da por segura ni siquiera en Roma. Será mirada por lupa por la Comisión Europea, sobre todo la incapacidad del Gobierno de Renzi para ajustar la gigantesca deuda pública, una de las más abultadas de todos los países occidentales. A finales de año se estima que llegue al 131,6% del PIB, mientras que en 2015 alcanzará el al 133,4%. «No está descontado que la Unión Europea vaya a dar su aprobación, pero difícilmente dará un juicio negativo», auguraba Filippo Taddei, responsable económico del Partido Democrático de Renzi.