Renzi y Berlusconi pactan una reforma electoral para frenar a los populistas

La nueva Ley Electoral italiana, conocida en la prensa del país como «Rosatellum» – elaborada por el diputado Ettore Rosato (Partido Democrático) – tiene una clara finalidad: impedir que el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo consiga gobernar en Italia. ¿Cómo? Evitando premios de mayoría para las listas más votadas y favoreciendo las grandes coaliciones. De hecho, una de las primeras coaliciones posibles, al menos en la sombra, vería como protagonistas, de nuevo, los ex primeros ministros italianos Matteo Renzi (Partido Democrático) y Silvo Berlusconi (Forza Italia). Esto no es casualidad, ya que para muchos analistas transalpinos el Movimiento 5 Estrellas, incluso sin demasiadas sorpresas, aspira a ser el partido con más votos en las próximas elecciones generales de febrero. Por el momento, según la agencia de noticias italiana AGI, los «grillinos» estan en segundo lugar, por muy poco, detrás del PD de Renzi. Así pues, como reacción, los partidos tradicionales están dispuestos, con todas las herramientas democráticas a su disposición, a frenar el populismo.

«El pacto es bueno tanto para Matteo Renzi como para Silvio Berlusconi», escribía estos días el editorialista Francesco Verderami en las páginas del respetado «Corriere della Sera»: «El nuevo sistema de votación deja al jefe de Forza Italia (FI) y al secretario general del Partido Democrático (PD) las manos “libres” después de las urnas, cuando el único Gobierno posible será el fruto de una mayoría de grandes acuerdos. Siempre que los números cuadren». El objetivo de ambos ex jefes del Gobierno italiano, así pues, es el de comprimir el carácter «tripolar» de la política italiana, incidiendo en el margen de maniobra del Movimiento 5 Estrellas, formación más que conocida por su afán de no querer establecer alianzas con ningún partido tradicional. En las últimas elecciones generales de 2013, el Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo, aun habiendo sumado el mayor número de votos en la Cámara de los Diputados, nunca quiso unirse al Partido Democrático entonces liderado por Pier Luigi Bersani. Tres Ejecutivos después, Italia sigue atemorizada por la volatilidad de su ingobernable política.

Mientras tanto, las primeras indiscreciones publicadas por diferentes cabeceras italianas apuntan a que Silvio Berlusconi, a la espera de que se apruebe el martes la nueva Ley Electoral, está preparando una nueva marca política, «Revolución Italia». Ya registrada desde mediados de septiembre, tendría como objetivo recoger los consensos perdidos de su partido, Forza Italia, y quitárselos a la Liga Norte y al Movimiento 5 Estrellas. Una suerte de «marca blanca», un sucedáneo «berlusconiano» destinado a recoger aquellos votos desencantados, apolíticos y desperdigados que siguen considerando al ex Cavaliere un líder moderado que podría hacer de contrapeso de cara a las intenciones «soberanistas» de la Liga Norte de Matteo Salvini.

En el día de ayer, la Comisión de Asuntos Constitucionales italiana dio luz verde para que el Parlamento decida de forma definitiva la aplicación de la nueva Ley Electoral. Mañana martes, a las 15:00 horas, en la Cámara de los Diputados se votarán las nuevas reglas del juego que podrían impedir la posible llegada del populismo en el seno del Ejecutivo itálico. En lo que se refiere a la nueva Ley Electoral, conocida como «Rosatellum» los principales afectados están en plena revuelta política: «Es un acuerdo en contra del Movimiento 5 Estrellas», afirma el deputado «grillino», Danilo Toninelli: «Nosotros iremos al Parlamento para defender a los italianos de esta porquería», fueron algunas de sus palabras recogidas ayer por la agencia italiana de noticias ANSA. Según Renato Schifani, senador fiel a Silvio Berlusconi, asegura que «la nueva Ley Electoral, contempla tanto el sistema proporcional, como el mayoritario». Y añade: «Forza Italia hará lo pertinente, porque sería algo irresponsable llevar el país a votar dejando a Italia en la ingobernabilidad».