Música

Videos

Rock para curar las heridas abiertas del 13-N

Eagles of Death Metal, la banda que actuaba en la sala Bataclan durante el asalto yihadista, volvió ayer a tocar en París

El vocalista de los Eagles of Death Metal muestra una camiseta en homanaje a París en el concierto
El vocalista de los Eagles of Death Metal muestra una camiseta en homanaje a París en el conciertolarazon

Eagles of Death Metal, la banda que actuaba en la sala Bataclan durante el asalto yihadista, volvió ayer a tocar en París

El 13 de noviembre, 90 personas perdieron la vida en la sala Bataclan bajo las balas de los terroristas del Estado Islámico, que aquel mismo día mató a otros 40 hombres y mujeres en París y Saint Denis. Tres meses después, Eagles of Death Metal, el grupo que aquel nefasto día se encontraba sobre el escenario, quiso volver ayer a la capital francesa para terminar aquel concierto, intentar cicatrizar algunas de las heridas y rendir homenaje a esos fans que les escuchaban y hoy consideran parte de su familia.

«Será un concierto normal de rock, vamos a divertirnos», aseguró horas antes el cantante y guitarrista Jesse Hugues. «Espero que todos nuestros fans sepan que les quiero y que estaré allí cuando estén listos para volver», añadió Hugues. Anoche estuvieron en el Olympia junto a unas dos mil personas, entre supervivientes y familiares de aquella carnicería. El concierto del 13 de noviembre estaba al completo, con las 1.500 entradas vendidas, y todos los asistentes de aquel día que quisieron volver a verles ayer, y sus familiares, pudieron hacerlo porque recibieron una invitación. Sin embargo, no todos quisieron participar. Para unos, este concierto forma parte del proceso de reconstrucción personal, pero otros consideran que es demasiado pronto para poder soportar psicológicamente las emociones del reencuentro. Para ayudar a los que sí acudieron, la Alcaldía puso a disposición de los asistentes una treintena de psicólogos.

El concierto estaba considerado como un evento de alto riesgo y desde primera hora la Prefectura procedió a instalar un dispositivo de seguridad en torno a la sala. El estacionamiento estaba prohibido, tampoco se permitía el acceso a los viandantes, salvo para los que iban a asistir al concierto. No se llegó a cortar la circulación, pero en el acceso se procedió a un minucioso control de todos los que entraban. La alerta permaneció todo el día, ya que decenas de seguidores se agolparon a las puertas de la sala Olympia desde primeras horas de la mañana. Por su parte, la nueva secretaria de Estado de Ayuda a las Víctimas, Luliette Meadel, se desplazó al Olympia poco antes de que comenzara el concierto para prometer que hará «todo lo que pueda para ayudar a las víctimas».

Eagles of Death Metal están dispuestos a volver a París para ser los primeros en actuar cuando el Bataclan vuelva a abrir sus puertas, lo que está previsto que ocurra para finales de año. «Nos traerá muchos recuerdos, pero si el grupo es fiel a sí mismo, rápidamente entraremos todos en la atmósfera festiva de sus conciertos y seremos capaces de apartar todo eso, al menos, por una noche», aseguraba a las puertas del recinto Cédric Rizzo, de 42 años, presente en Bataclan el día del atentado y que perdió a un amigo suyo. «Acudimos una treintena de amigos a los que nos une nuestra pasión por la música», explicaba emocionado, aunque al tiempo subrayaba que ahora estaba en el Olimpia porque quería «pasar un buen rato».

Minutos después, el vocalista de la banda de rock –que suspendió su gira europea «Zipper Down» tras los atentados y la reanudó el sábado en Estocolmo, rebautizada en francés como «Nos Amis Tour»– rompía el silencio de la sala con un emotivo: «Bonsoir Paris, estamos listos». Menos acertada fue la afirmación que realizó horas antes al asegurar que «si el 13-N, el público hubiera llevado pistolas, se hubiera evitado la masacre».