Grecia

Samarás dice que el Gobierno continuará pese a fracaso de diálogo tripartito

El primer ministro griego, Andonis Samarás
El primer ministro griego, Andonis Samaráslarazon

El primer ministro griego, Andonis Samarás, dejó hoy entrever que el Gobierno seguirá en una gran coalición con los socialdemócratas si el tercer socio, el partido de la izquierda moderada, decide finalmente abandonar el Ejecutivo.

"El Gobierno ha sido elegido por cuatro años y debe continuar por ese tiempo. Eso haremos", dijo Samarás en una declaración televisada tras el fracaso de las negociaciones del tripartito sobre la crisis surgida en torno al cierre de la radiotelevisión pública ERT.

Samarás subrayó la necesidad de seguir adelante con el Gobierno y las reformas y volvió a insistir en que Grecia está empezando a salir de la crisis, y ha recuperado la confianza de los mercados.

La ruptura de las negociaciones había sido anunciada por el líder de la izquierda moderada, Fotis Kuvelis, quien, sin embargo, no aclaró si su partido abandona el tripartito.

El jefe del partido socialdemócrata Pasok, Evángelos Venizelos, reconoció el fracaso de la negociación, pero dejó entrever que pese a todo considera mejor permanecer en el Gobierno.

"¿Que es mejor para los trabajadores de ERT, que se disuelva el Parlamento o que se renegocie el tratado de coalición?", planteó Venizelos en una declaración ante la prensa antes de reunirse de urgencia con su grupo parlamentario.

Venizelos invitó a Dimar a permanecer en el Gobierno y seguir luchando conjuntamente por una reestructuración de las reglas de la coalición.

El líder socialdemócrata urgió al primer ministro a dejar de tomar decisiones unilaterales, pero reconoció que durante las negociaciones hubo "progresos"que permiten seguir dialogando.

En principio, un abandono de Dimar no haría caer automáticamente el Gobierno, pues los conservadores de Nueva Democracia y los socialdemócratas de Pasok cuentan con 153 diputados, dos por encima de la mayoría absoluta.

Sin embargo, el apoyo de la izquierda moderada había dado al Gobierno una estabilidad de vital importancia durante este proceso de reformas.

Tanto Venizelos como Kuvelis responsabilizaron a Samarás del fracaso por no haber aceptado su exigencia de cumplir la orden del tribunal supremo administrativo de restablecer inmediatamente la señal de ERT y hacer una reestructuración a partir del ente existente.

Kuvelis acusó a Samarás de haber desoído a conciencia la orden del tribunal supremo administrativo de reiniciar la señal de la radiotelevisión pública ERT y de no haber respetado con ello el orden democrático.

Su partido había presentado una alternativa que contemplaba una reestructuración de ERT, manteniendo por un tiempo limitado a todos los trabajadores, iniciativa rechazada por Samarás.

El primer ministro, por su parte, aseguró que durante las negociaciones hubo muchos progresos y que incluso había estado dispuesto a aceptar una solución transitoria para ERT que garantizaba empleo por tres meses para 2.000 de los cerca de 2.700 trabajadores.

Su plan inicial contemplaba un equipo reducido que únicamente garantizara tres informativos diarios.

Para mañana están previstas una serie de reuniones para abordar la nueva crisis.

Una de las citas cruciales será la del grupo parlamentario de la izquierda moderada que analizará los pasos a seguir.

La crisis estalló con la decisión unilateral del primer ministro de cerrar la radiotelevisión y despedir a toda la plantilla, tomada mediante un decreto que no contó con las firmas de los ministros designados por Pasok y Dimar.

Pese a la orden judicial del pasado lunes de restablecer inmediatamente las emisiones, los canales de ERT continúan sin señal, lo que contribuyó a elevar la crispación de los socios.