FARC

Santos acusa a las FARC de romper el diálogo de paz

Santos, durante su visita hoy a la ciudad de Medellín
Santos, durante su visita hoy a la ciudad de Medellínlarazon

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, denunció ayer que las FARC cometieron una «violación flagrante» de los compromisos asumidos durante los diálogos de paz al secuestrar hace semanas a un exmilitar de EE UU. «No lo secuestraron antes de las conversaciones, lo secuestraron recientemente; sin ningún tipo de justificación», declaró Santos. Según el presidente, las FARC pretenden hacer «nuevamente un show mediático» y ofrecer la liberación del estadounidense como un acto de buena voluntad «para que el país y el mundo les agradezcan su gesto humanitario y no estoy dispuesto a permitirlo». Las declaraciones de Santos se producen un día después de la primera reunión entre el presidente colombiano y su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, desde que este acusara a Colombia de conspirar contra él y estar detrás de un complot para «asesinarlo».

En el encuentro que reunió a los dos presidentes, ambos expresaron su voluntad de «recuperar el tiempo perdido» y volver a trabajar juntos porque «separados» ninguno de los países tiene futuro. Las relaciones vuelven a su cauce tras unos meses especialmente tensos. El recibimiento que Santos dio al líder opositor Henrique Capriles, que no reconoce la legitimidad del triunfo electoral de Maduro, fue calificada por este último de «puñalada en la espalda». Las malas relaciones entre Colombia y Venezuela han sido una constante desde la llegada al poder de Hugo Chávez. Durante su mandato, Colombia le acusó de apoyar de forma indirecta a las FARC y entorpecer las acciones militares del gobierno, mientras que el mandatario venezolano negó que Colombia tuviera «intenciones pacíficas». En 2008 la escalada de tensión fue más allá de la mera dialéctica y Chávez ordenó el despliegue de los tanques en la frontera y amenazó con el «comienzo de una guerra en Sudamérica». La decisión de restablecer las relaciones tiene lugar en un momento en el que los dos presidentes sufren problemas internos. Santos se enfrenta a las protestas de los mineros y los campesinos que ya se han cobrado cuatro víctimas, además de la muerte de 19 soldados a manos de las FARC. Por su parte, Maduro tiene que hacer frente a la elevada inflación, el problema del desabastecimiento y el aumento de la inseguridad. El acuerdo entre los dos países no sólo constituye una victoria diplomática, sino que mejorará la imagen de los mandatarios en sus respectivos países.