Francia

Sarkozy se da un baño de masas en su primer mitin

Nicolas Sarkozy, durante el mitin que ha ofrecido hoy en Lambersart.
Nicolas Sarkozy, durante el mitin que ha ofrecido hoy en Lambersart.larazon

Nicolas Sarkozy ofreció hoy una demostración de fuerza en su primer mitin como candidato a la presidencia de la UMP, puesto al que se presentó como única alternativa para encarrilar el país y acabar con las disputas internas de su partido.

El exjefe de Estado francés Nicolas Sarkozy ofreció hoy una demostración de fuerza en su primer mitin como candidato a la presidencia de la Unión por un Movimiento Popular (UMP), en el que se presentó como única alternativa para encarrilar el país y acabar con las disputas internas de su partido.

Ante más de 2.000 personas en Lambersart, localidad del norte de Francia en la que el ultraderechista Frente Nacional (FN) acapara buenos resultados, Sarkozy se mostró confiado en sus posibilidades y contento de volver a la primera línea política, tras más de dos años y medio alejado del debate público.

"He tomado una decisión que me compromete, la de poner todas mis fuerzas al servicio de Francia, y os voy a necesitar. Voy a necesitar vuestro apoyo y vuestro compromiso, (...) porque van a estar todos contra nosotros al ver que representamos una fuerza que ha estado mucho tiempo silenciada y que quiere tomar la palabra", señaló.

Sarkozy dio así un paso adelante hacia la presidencia de una UMP dividida, arruinada y salpicada de escándalos de corrupción, que el próximo 29 de noviembre elegirá a su nuevo líder.

"Hay que poner fin a disputas irrisorias que han ridiculizado a nuestra familia política. (...) He vuelto para ayudar a unirnos. Rechazo las peleas de egos. Cada uno tendrá su lugar y su papel a la medida de su trabajo al servicio del colectivo", dijo en referencia a los otros candidatos.

Sarkozy aseguró que habrá primarias antes de las elecciones presidenciales de 2017, y dotó su discurso de un tono y un contenido más fijado en ese horizonte electoral que en el de su propia agrupación.

"Me dirijo a los franceses tentados de no creer en nada y en nadie", aseguró entre las ovaciones constantes de un público al que confesó que en todo este tiempo ha reflexionado "mucho"sobre qué funcionó y fracasó cuando estuvo al mando.

Sarkozy denunció la "destrucción sistemática"de su proyecto en manos de los socialistas, "no porque estuviera mal o no funcionara", sino porque era suyo, y lamentó que "la fascinación por la revancha haya precipitado al país primero a la estupefacción y luego a la indignación".

"Tenemos pendiente un trabajo urgente"para presentar una alternativa creíble, sostuvo el político conservador, que animó a encontrar "nuevas ideas, soluciones, perspectivas, porque los desafíos son nuevos".

El exmandatario consideró necesario reducir el número de funcionarios y de parlamentarios, apoyar la extracción de petróleo de esquisto "para no darle la espalda al progreso"y, entre otros puntos, apostar por la integración pero no por la de aquellos "que no quieren adaptarse".

El objetivo de este primer mitin de campaña con los militantes era comprobar y demostrar que el fervor de sus seguidores no se ha apagado, y en el mismo no desaprovechó la ocasión de criticar tanto a los socialistas como a la ultraderechista Marine Le Pen.

"Denuncio la alianza entre el Frente Nacional y el Partido Socialista. Rechazo lecciones de moral de quienes han utilizado conscientemente al FN al servicio de sus cálculos electorales. Le Pen tiene también una responsabilidad clara en el desastre actual de Francia. Todo el mundo - añadió - debe asumir sus responsabilidades".

El expresidente aseguró "no pretender haberlo conseguido todo"en sus cinco años en el Elíseo, entre 2007 y 2012, pero sí se congratuló de que la derecha "jamás haya cedido a la presión de la calle, fueran cuales fueran las consecuencias".

Sarkozy, al que el Tribunal de Apelación de París decidió este miércoles congelar todos los procedimientos en la investigación por la que está imputado, a la espera de resolver sus demandas de anulación, presumió también de "no haber mentido ni traicionado".

Posicionado prácticamente como líder de la oposición, admitió además que "empieza un largo camino al servicio de Francia", y recalcó que si ha vuelto es porque ha constatado el apoyo de sus seguidores y porque no tenía "ni el derecho ni las ganas"de no volver a implicarse.