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Tambores de guerra en Ucrania: ¿Y si Europa lograra el consenso?

La Unión Europea es un actor clave en la resolución pacífica de la crisis en Ucrania según los principales think tanks españoles, cuyos análisis y comentarios de las últimas semanas advierten de que podría estallar una guerra civil si Bruselas hace oídos sordos a la llamada del pueblo ucranio.

Organizaciones como FAES, la fundación Alternativas o el Real Instituto Elcano han registrado en varios documentos consultados por Efe la escalada de tensión que vive Ucrania y que, según los expertos, solo puede ser sofocada por el liderazgo y la responsabilidad de Europa.

"La UE es un actor imprescindible en la solución de la crisis", apunta el investigador Félix Arteaga desde el Real Instituto Elcano, reforzando el poder de Bruselas a la vez que incitando a la reflexión sobre qué influencia tiene o quiere tener Europa en países de la órbita rusa.

"La única salida pacífica pasa por buscar concordia entre regiones (...) y establecer un Gobierno de concertación nacional con representación de todos los sectores políticos", concluye un reciente informe de la fundación Ciudadanía y Valores (FUNCIVA), que advierte de que la falta de consenso puede traer "consecuencias imprevisibles".

Hasta ahora, las consecuencias a nivel político y que han sido recogidas por los expertos han provocado críticas a la Unión Europea, por dos motivos: en primer lugar, por "bendecir"un Gobierno interino en Ucrania que no ha pasado por las urnas y que margina a la población rusófona.

En segundo lugar, tal y como señalan FAES y la Fundación Alternativas, critican a la UE por mostrar un estruendoso silencio ante las amenazas de Moscú de cortar el gas a media Europa, así como el no haber sacado los dientes a Rusia con el tema del referéndum ilegal de Crimea.

"El famoso 'que le den a la UE' de Virginia Nuland tiene su origen en esa equidistancia mediadora europea, más preocupada por prevenir un conflicto civil en Ucrania que por ganar una competición entre potencias", argumenta Arteaga desde Elcano en referencia al juego geopolítico entre potencias.

Sin embargo, y pese a la incertidumbre política generada en Europa tras la exhibición de poder de Moscú, el analista Juan Antonio Sacaluga, de la Fundación Sistema, afirma que Vladimir Putin, presidente de Rusia, ha jugado en Ucrania la carta de la fuerza, "la única con la que se siente a gusto".

Respecto a las amenazas de cortar el gas al centro y este de Europa, Sacaluga recuerda que "un tercio del gas que se consume aquí viene de Rusia"y que hasta ahora Alemania y otros líderes europeos han preferido no contestar a Rusia ante esta amenaza: "no es tiempo de retos", justifica.

La gran incógnita sobre el actual Gobierno y la amalgama de partidos que forman la oposición es una cuestión que inquieta a los analistas; algunos como los de la fundación Alternativas la describen como un conjunto de agrupaciones "unidas por el nacionalismo antiruso, pero que incluyen un sector extremista y que carecen de un líder común".

Este sector extremista, representado por el "ultranacionalista y xenófobo"Svoboda, se define como una organización "con una ideología muy alejada de los valores europeos"y con marcado tinte antisemita.

El liderazgo de Europa para lograr el consenso y la paz en Ucrania es, según estos think tanks, la clave para frenar la amenaza del sector radical que ahora gana adeptos entre la población y que promueven la violencia.

Políticas exclusivas como la derogación del ruso como lengua oficial por parte del nuevo Gobierno ucraniano no ayudan a este consenso y provocan, en opinión de FUNCIVA, una reacción "sectaria e innecesaria"para las regiones rusófonas y para la propia Rusia.

Los paralelismos entre Yugoslavia y Ucrania son frecuentes, por eso FAES asegura que la UE no solo tiene que hacerse valer ante Rusia, sino que además debe promover sus intereses democráticos con el fin de evitar la guerra.