Oriente Medio
Tensión en Jerusalén Este tras la restricción al acceso a la mezquita de Al Aqsa
Jerusalén Este fue hoy nuevamente escenario de tensión y choques tras el rezo musulmán de los viernes, después de que las autoridades israelíes limitaran los accesos a la principal mezquita de la urbe, tras una noche de violentos sucesos. Los enfrentamientos se produjeron poco después del mediodía cerca de la Puerta de Damasco, uno de los accesos a la ciudadela antigua de Jerusalén, en cuyo interior está la Explanada de las Mezquitas, que alberga la Cúpula de la Roca y Al Aqsa -tercera en la jerarquía islámica-, considerada por los judíos el Monte del Templo, pues allí se alzaron los bíblicos templos de Salomón y Herodes.
Los ánimos en la ciudad amurallada estaban caldeados después de conocerse las restricciones y de que el movimiento islamista palestino Hamás llamara a una "jornada de la ira", en una semana de duros enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad israelíes y jóvenes musulmanes en el recinto sagrado.
Junto a la citada puerta varios manifestantes palestinos lanzaron piedras contra las fuerzas de seguridad israelíes, que habían reforzado hoy su número en previsión de altercados, suceso que acabó con un sospechoso detenido, informó la Policía israelí.
Los desórdenes fueron aplacados por los efectivos policiales israelíes, que cifraron en 10.000 los musulmanes que participaron hoy en el día de oración en la Explanada de las Mezquitas.
Las restricciones para acudir a Al Aqsa implicaban que no podían acceder al lugar los varones musulmanes menores de 40 años.
La última vez que Israel limitó los accesos a la explanada fue hace mes y medio, tras el asesinato del bebé palestino Ali Dawabshe en un suceso atribuido a radicales judíos, y la Policía decidió únicamente autorizar a hombres mayores de 50 años y mujeres de cualquier edad.
En el puesto de Qalandia, acceso a la ciudad cisjordana de Ramala, jóvenes palestinos arrojaron piedras contra fuerzas israelíes, sin que se informara de incidencias graves.
Por otra parte, un palestino se encuentra en estado crítico tras resultar herido anoche por fuego de soldados israelíes cerca de un puesto de control militar en Cisjordania, después de que fuera arrojada una bomba incendiaria a un vehículo israelí en una carretera aledaña del territorio palestino ocupado.
El presidente palestino, Mahmud Abás, habló en la víspera con el Papa Francisco y con su homólogo egipcio, Abdelfatah al Sisi, sobre los últimos acontecimientos en Jerusalén y les trasladó su preocupación de que las "agresiones israelíes"conviertan el conflicto político en uno religioso.
Dirigentes palestinos han advertido de las consecuencias en todo el mundo árabe y musulmán de continuar los disturbios en la explanada y responsabilizan a Israel de autorizar "provocaciones"como la entrada de visitantes judíos en el recinto, situado en territorio ocupado en 1967.
La tensión en la zona se inició el domingo, víspera de la celebración del año nuevo judío y durante tres jornadas consecutivas las fuerzas de seguridad israelíes entraron en el complejo a fin de dispersar a musulmanes que arrojaban piedras o trataban de sabotear visitas al lugar.
En los últimos días, decenas de miles de devotos judíos han acudido al Muro de las Lamentaciones, aledaño a ese promontorio, para participar en oraciones especiales "-selijot"- antes de que la próxima semana se conmemore el "Yom Kipur", jornada de ayuno y expiación más solemne del calendario hebreo.
Las medidas restrictivas israelíes siguieron a una violenta noche en torno a la urbe en la que un conductor de un autobús resultó levemente herido por piedras lanzadas contra el vehículo que conducía cerca del puesto de control cercano a Ramala.
En otro suceso, otro autobús resultó apedreado y posteriormente incendiado en el barrio palestino de Ras el Amud, en Jerusalén Este, y su conductor árabe resultó ileso.
Asimismo, bombas incendiarias fueron lanzadas contra una torre de control de una base militar israelí en Ofrit, en Jerusalén, que provocaron un incendio que fue sofocado por los bomberos.
El pasado domingo murió un israelí cuyo vehículo se sospecha sufrió un accidente después de recibir el impacto de una piedra cuando circulaba cerca de un poblado palestino en Jerusalén.
El Gobierno de Israel defiende que "combate la violencia"en y en torno a Jerusalén y ha adoptado una serie de medidas destinadas a impedir y sofocar disturbios en los que se incluyen lanzamiento de piedras y bombas incendiarias contra civiles y sus fuerzas de seguridad. Efe
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