Desapariciones
«Tirad flores al mar, están muertos»
Varios familiares reconocen a LA RAZÓN que la Armada argentina ya da por muertos a los 44 tripulantes del submarino desaparecido y duda de que recuperen sus cuerpos.
Varios familiares reconocen a LA RAZÓN que la Armada argentina ya da por muertos a los 44 tripulantes del submarino desaparecido y duda de que recuperen sus cuerpos.
Alrededor de 500 personas se acercaron ayer a la base naval de la localidad de Mar del Plata, destino del submarino desaparecido hace ya diez días, para abrazar a los familiares de los 44 tripulantes y ofrecerles su apoyo y cariño. Decenas de personas se concentraron a las puertas de la base de la Armada, en la que están alojados desde hace varios días gran parte de los allegados de los submarinistas, y envueltas en banderas argentinas comenzaron a entonar el himno nacional. En agradecimiento, algunos familiares salieron del edificio muy emocionados y se abrazaron con los presentes, que les dedicaron palabras de ánimo y solidaridad.
La esposa de Fernando Gabriel, cabo principal y uno de los 44 tripulantes del «ARA San Juan», continúa en la base naval. Desde allí, Jessica Gopar afirma a LA RAZÓN: «¡Qué disculpas me van pedir, por favor! No voy a tener ni una flor para dejarla en el cementerio es muy duro, poneos en nuestros zapatos. Ya nos dijo la Marina, tirad flores al mar, lo cual significa que están muertos». Gopar sabe que ahora «nos acompaña la familia, los amigos, pero después, no sé cómo va a seguir esto. Ni va a ver el primer cumpleaños de su hijo, que tiene 11 meses. ¿Cómo le explico yo al niño lo que le pasó a su padre? No tengo reproches, bueno con Dios... No estoy enojada con Dios, pero le habría pedido que abriera las aguas». Gopar no se preocupó por su marido, que tiene 35 años, pues «no era la primera vez que Fernando navegaba. Ayer me levanté con el presentimiento de que había pasado algo. Y ahora sé que estoy viuda. Nos vamos a unir. Vamos a emprender acciones legales, a mí no me sirve una placa que diga “héroes de San Juan”». Gopar explica que a los familiares de los 44 «nos dijeron que no saben en qué estado van a encontrar los cuerpos, si hubo una explosión... Creo en la palabra del presidente», agrega.
Cintia Melo, otra de las esposas de un tripulante, también habló con este diario: «No sé si hay destino marcado para cada uno, no sé si van a volver los cuerpos, que es lo que más me duele». Melo se preparó para lo peor: «Agradezco incluso a Inglaterra que se olvidó del conflicto con las Malvinas, pero el mar es traicionero y ya sabemos. Estaba todo bien, bárbaro. No nos ocultaron información, que yo sepa, no había averías. La verdad, no sé que misión tenía el submarino, era la primera vez, como secreta. Llegué de casualidad a la base naval y vi el rostro de los portavoces. Acabo de perder a mi esposo y tengo que contener a mi hijo. Ellos estaban preparados y los amamos. A mí también me dijeron: ‘‘Tira flores al mar. Están muertos’’».
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