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Trump reconoce los Altos del Golán como parte de Israel

El anuncio del líder de EE UU supone un espaldarazo para Bibi Netanyahu ante las elecciones del 9-A.

El secretario de Estado, Mike Pompeo, saluda al «premier» israelí, Benjamin Netanyahu, ayer en Jerusalén
El secretario de Estado, Mike Pompeo, saluda al «premier» israelí, Benjamin Netanyahu, ayer en Jerusalénlarazon

El anuncio del líder de EE UU supone un espaldarazo para Bibi Netanyahu ante las elecciones del 9-A.

Se veía venir. Tras reconocer la capitalidad de Jerusalén, EE UU hace lo propio ahora con los Altos del Golán. Lo zanjó el presidente Donald Trump con un tuit que recitarán los escolares del futuro. «Después de 52 años es hora de que Estados Unidos reconozcan plenamente la soberanía de Israel sobre los Altos del Golán, que es de importancia estratégica y de seguridad crítica para el Estado de Israel y la estabilidad regional». El área, fronteriza con Líbano, Jordania y Siria, fue en parte arrebatada a este último país tras la Guerra de los Seis Días, que reafirmó su control durante la Guerra de Yom Kipur. Dos conflictos en carne viva para los países árabes, o más concretamente para sus viejas élites, y una meseta que es un avispero de reclamaciones. Más que un territorio anexionado, una suerte de acantonamiento de decisivo de carácter militar para garantizar la seguridad e independencia de la única democracia homologada en una región del mundo abiertamente hostil.

El reconocimiento supone la consecución de un viejo anhelo israelí, por el que, según comentan analistas como Anne Gearan en «The Washington Post», presionaba desde hacía tiempo el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Tanto el «Post» como otros medios estadounidenses han resaltado la prudencia exhibida por el secretario de Estado, Mike Pompeo, que se encuentra en viaje oficial a Jerusalén y se ha negado a comentar la noticia. La respuesta del líder israelí, también a través de Twitter, fue: «en un momento en que Irán trata de usar a Siria como una plataforma para destruir a Israel, el presidente Trump reconoce audazmente la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. ¡Gracias, presidente Trump!».

La mención a Irán tiene todo el sentido. No solo porque en la vecina Siria y del brazo de la Rusia de Putin y las tropas gubernamentales a favor del dictador Asad pelean varios miles de combatientes de la organización terrorista Hizbulá, con unos 8.000 miembros repartidos entre Siria y Yemen y no menos de 48.000 miembros. Una red terrorista que tiene entre sus principales obsesiones la destrucción de Israel y que, según cálculos de los expertos antiterroristas del Pentágono, contaría para acometer sus fechorías con unos 150.000 cohetes. Más un presupuesto, pagado por el régimen de los ayatolás, que rondaría los 1.000 millones de dólares anuales. Normal, entonces, que Israel y Netanyahu se feliciten. Más aún después de que la Casa Blanca abandonara el tratado nuclear firmado en tiempos de Obama.