El Gobierno de Donald Trump
Trump rompe las reglas del juego en Washington: los ataques le elevan en los sondeos
Las encuesta favorecen al presidente cuando usa el tema migratorio con mensajes polémicos hacia los demócratas.
Las encuesta favorecen al presidente cuando usa el tema migratorio con mensajes polémicos hacia los demócratas.
Hay un antes y un después del presidente Donald Trump en EEUU. No sólo por el uso que le está dando a las redes sociales como fuente principal de información y plataforma directa de sus mensajes políticos, sino también por la manera en que su propio partido está afrontando esta nueva etapa en un Congreso con mayoría demócrata en la Cámara de Representantes, pero donde los republicanos todavía tienen el control del Senado. Trump ha impulsado una dinámica partidista en la que prima el apoyo que le otorga el silencio de los suyos ante la reafirmación de las continuas polémicas decisiones que toma.
Trump usa el tema migratorio pensando en clave electoral. Y, para sorpresa de muchos, las encuestas le favorecen cada vez que lo hace. Los resultados de sondeos llevados a cabo horas después de sus acusaciones tachadas de “racistas” contra las cuatro congresistas demócratas esta semana demuestran que el apoyo al presidente aumenta cada vez que se toca un asunto relacionado con la inmigración.
Ya le funcionó antes, en su carrera hacia las presidenciales de 2016, convirtiendo la construcción del muro fronterizo con México en una de las claves de su victoria al usarla como promesa electoral, y todo apunta a que le puede volver a favorecer ahora de cara a las presidenciales de 2020.
Y es que los índices de popularidad del presidente estadounidense se ven reforzados con la polémica que él mismo genera con mensajes diarios en sus redes y que le benefician de cara a su reelección. Así lo pone de manifiesto un sondeo de opinión pública de Reuters/Ipsos al desvelar que su aprobación entre republicanos aumentó en cinco puntos porcentuales hasta el 75% respecto a la semana anterior, tras los ataques a las congresistas demócratas estadounidenses invitándolas a “volver a sus países de origen”.
Trump sabe que sus bases electorales se mantienen intactas, por lo que uno de sus objetivos principales será mantener los apoyos que le dieron la presidencia en estados tradicionalmente demócratas como Michigan, Pensilvania y Wisconsin. El perfil del votante en estos estados al que dirige sus mensajes es estadounidense, blanco y sin educación universitaria.
Al mandatario también le interesa, con estas acusaciones, dar voz a un Partido Demócrata que, lejos de unirse en la adversidad, se muestra fragmentado por dos caras enfrentadas de la misma moneda: la mentalidad más conservadora, por un lado, frente a las ráfagas de aire socialista de sus nuevos representantes por el otro. Así quedó de manifiesto en la votación del pasado miércoles para iniciar un posible juicio político contra el presidente estadounidense y en la que 95 demócratas se unieron a la negativa de los republicanos para sacar adelante la propuesta.
Aún así, Trump pierde apoyos entre demócratas e independientes, según las últimas encuestas, pero gana terreno entre los republicanos, que le mostraron un amplio respaldo en la reprobación de sus comentarios “racistas” hacia las cuatro congresistas y en la votación del posible impeachment apenas 24 horas después.
Pero donde unos ven síntomas claros de “racismo” y “xenofobia” en los tuits de Trump, otros creen que nada tienen que ver esos ataques con la raza de los aludidos, sino con medidas estratégicas de proteccionismo comercial, político y social de EEUU cargada de simbología patriótica, para hacer frente a los riesgos externos.
El 41% del público estadounidense, según este mismo sondeo, aprueba su desempeño en el cargo, ante el 55% de desaprobación.
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