Terrorismo yihadista
Tzvetan Todorov: «Las consecuencias para la civilización son imprevisibles»
Entrevista al filósofo e historiador
«Creo que el atentado de París responde más a la venganza y al resentimiento que a la religión»
Son días de total consternación en Francia, país que no había sido protagonista de estos ataques tan sangrientos y con tantos fallecidos desde hace medio siglo. El atentado contra el semanario «Charlie Hebdo», en el que dos hermanos acabaron con la vida de doce personas, y las 48 horas siguientes de violencia inaudita en París han sido rechazados por toda la sociedad francesa, que ayer salió a las calles de manera masiva para alzar su voz. Pero no sólo el terrorismo, también la religión ha sido otro de los grandes debates de una semana tristemente inolvidable. Tzvetan Todorov (Sofía, 1939), el pensador francés de origen búlgaro, autor de «El miedo a los bárbaros» y muy crítico con los actuales estados democráticos, atiende a las preguntas de LA RAZÓN sobre estos asuntos que han creado una alarma internacional.
–Usted ha mencionado en diversas entrevistas que «uno no debería identificar el comportamiento de cientos de millones de personas con su religión». Después de los actos atroces perpetrados por los hermanos Kouachi, que aseguraron estar «vengando al profeta», ¿qué va a pensar la sociedad europea al respecto?
–Sin duda, a ojos de los asesinos, se iba a «vengar al profeta», al que se había ofendido en las caricaturas. Por otro lado, es probable que nosotros lo asociemos con el islam. Pero ¿este acto deriva necesariamente de la doctrina religiosa musulmana? Evidentemente no. A mi parecer, el crimen cometido responde más al resentimiento y la venganza (son las mismas palabras que emplearon en el momento de la ejecución) que a su religión; una reflexión que llevamos viendo desde la Antigüedad, también conocida como la Ley del talión. Sin embargo, no sabría decir si, en estos momentos de conmoción, podemos ser capaces de distinguir esos dos planos.
–Islam y terrorismo van tristemente de la mano en muchas ocasiones. ¿Cómo pueden trabajar los líderes musulmanes para que su religión resulte menos fundamentalista?
–Los dos aparecen asociados y, sin embargo, el terrorismo no procede del islam, ni siquiera del islam fundamentalista. En este sentido, las autoridades musulmanas están obligadas a realizar esfuerzos en materia de educación. Asimismo, las autoridades civiles de los países que cuentan con población musulmana (en este caso Francia) deben tratar de ayudar a los jóvenes a encontrar su lugar en la sociedad francesa.
–La mayoría de medios de comunicación han destacado que los hermanos Kouachi, autores del atentado contra el semanario, tenían raíces argelinas. ¿Es esto destacable en un país como Francia?
–Un gran número de franceses son de origen (al menos parcialmente) extranjero. Argelia formó parte de Francia hasta 1962, por lo que no es de extrañar que haya franceses que cuenten con ascendencia argelina. Sin embargo, no debemos confundir la identidad privada, familiar o religiosa con la ciudadanía, que es la misma para todos. Eso es justo lo que les ha ocurrido a estos asesinos.
–¿Qué amenaza supone para imanes o países que apoyan el wahabismo el hecho de que los musulmanes se integren en sociedades distintas? Uno de los policías, Ahmed Merabat, que fue rematado en la acera, estaba totalmente integrado en París...
–Ahmed Merabat fue asesinado porque era policía, no porque fuese de origen magrebí, ya que los asesinos no le preguntaron sobre sus orígenes. No conozco lo suficiente a los imanes para poder predecir su reacción, pero la base de la sociedad integrada en la que vivimos es la vida deseable para todos.
–¿Ha visto «bárbaros» en las últimas horas? ¿Considera que se van a poder imponer las «altas tradiciones europeas» que usted menciona en su obra en el futuro cercano?
–Prefiero no emplear términos como «bárbaros» o «monstruos» para mostrar nuestra indignación. En este mismo momento, el Ejército francés está interviniendo en muchos países donde la población es mayoritariamente musulmana, y esas intervenciones también generan víctimas. Y, esas acciones. ¿Son más o son menos bárbaras? Hay muchas tradiciones europeas, pero si las entendemos como un trabajo paciente en materia de educación, de negociación, de conversación... Creo que no hay que renunciar a ello.
–¿Cómo describe los ataques? ¿Considera que pueden tener consecuencias para la civilización?
–Veo los ataques de París como un suceso enmarcado en la guerra asimétrica generada entre algunos países occidentales y la población de ciertos países musulmanes. De momento, las consecuencias son imprevisibles: pueden conducir a una de las mejores ententes entre las comunidades en el seno de un país o, por el contrario, a la intensificación de sus conflictos.
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