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Ucrania dice que Rusia ha enviado 6.000 soldados a Crimea

El presidente interino tacha de «provocación» el despliegue de tropas rusas en dos aeropuertos de la península y recuerda el «conflicto armado» de Georgia

Los tanques rusos aparcados en la ciudad de Bakhchisarai, en Ucrania
Los tanques rusos aparcados en la ciudad de Bakhchisarai, en Ucranialarazon

El ministro de Defensa de Ucrania, Igor Teniuj, dijo hoy que Rusia ha enviado a 6.000 soldados a la península de Crimea, lo que constituye una violación de los acuerdos bilaterales.

El ministro de Defensa de Ucrania, Igor Teniuj, dijo hoy que Rusia ha enviado a 6.000 soldados a la península de Crimea, lo que constituye una violación de los acuerdos bilaterales.

"En este momento, la Federación Rusia ha incrementado sus tropas (en Crimea) en 6.000 soldados... y también ha movilizado fuera de sus bases habituales 30 blindados en esa región", dijo Teniuj, en la sesión del Consejo de Ministros, citado por medios ucranianos.

Por otra parte, militares uniformados y enmascarados, equipados con armamento y material ruso pero sin emblemas ni señales identificativas sobre su procedencia, ocuparon ayer sin usar la fuerza el aeródromo militar de Sebastopol, sede de flota rusa del Mar Negro, y el aeropuerto civil de Simferopol, la capital administrativa de la península, donde el parlamento regional permanece también ocupado por paramilitares prorrusos. Los soldados llegaron en carros blindados de transporte de tropas, exactamente iguales a los que utilizan las tropas rusas acantonadas en Sebastopol. El presidente interino de Ucrania, Oleksander Turchinov, acusó a Rusia de desplegar tropas militares en la región de Crimea para tratar de «provocar» a Kiev y desencadenar un «conflicto armado» como el vivido con Georgia en el verano de 2008. Turchinov, en un mensaje televisado, pidió a Rusia que pusiese fin a las «provocaciones» y que saque inmediatamente a sus militares. Sin embargo, «el Ejército ucraniano no va a responder», subrayó. Además, el nuevo representante del Gobierno en Crimea, Serguei Kunitsin, denunció ayer que 13 aviones rusos de transporte Il-76 habían aterrizado en el aeródromo de Simferopol. «Hay 150 rusos en cada uno. Echen la cuenta», dijo al canal de televisión ATR. El propio embajador ucraniano ante la ONU, Yuriy Sergeyev, dijo a la salida de su reunión ante el Consejo de Seguridad que trasladó que el aeropuerto principal «había sido tomado por las Fuerzas rusas» y que Ucrania «es lo suficientemente fuerte» como para «defenderse» de potenciales agresiones.

Las redes sociales se llenaron de imágenes tomadas por ciudadanos con sus teléfonos móviles en las que se veían largas columnas de varios camiones y vehículos acorazados en la carretera entre Sebastopol y Simferopol, así como controles en los accesos por tierra a la península, en las ciudades de Armiansk y Dizankoi. Estos controles, inicialmente realizados por activistas prorrusos, pasaron a manos de las polémicas las fuerzas especiales «berkut» de Sebastopol, que aunque han sido oficialmente disueltas por el nuevo Gobierno de Kiev, se niegan a aceptar las órdenes de éste y se pusieron al servicio de las autoridades regionales de Crimea. Entre los miembros de este cuerpo de elite cunde el miedo a sufrir represalias por su participación en los disturbios de Kiev, que dejaron 82 víctimas mortales entre los manifestantes y una decena entre los antidisturbios. En paralelo, en los alrededores de la ciudad costera de Balaklava, donde en época soviética se encontraba la base secreta de submarinos nucleares de la Unión Soviética, un grupo de soldados, estos si, con uniforme de la flota rusa del Mar Negro rodearon un puesto fronterizo en el que se encuentraban encerrados un grupo de policias del Ministerio del Interior de Ucrania. Según los medios locales, su intención era velar por el orden y evitar que «no se repitan los enfrentamientos de Maidan y no haya víctimas rusas». Tras estos sucesos, el nuevo ministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov, acusó a Rusia de «invasión militar» y de violar todos los tratados internacionales, tras la ocupación de ambos aeropuertos. El nuevo ministro, a través de su perfil en la red social Facebook, acusó directamente a estos soldados de pertenecer al Ejército ruso. El embajador de Rusia en la Unión Europea negó, en una entrevista al canal Euronews, la participación de tropas rusas en estos movimientos, aunque expresó la profunda preocupación de Rusia por sus ciudadanos en Crimea. El miembro del parlamento Pietro Poroshenko, ex ministro de Asuntos Exteriores y de Economía, y ahora miembro del Consejo de Seguridad y Defensa de Ucrania viajó a Crimea, para reunirse con los diputados regionales que ayer convocaron el referendum sobre el futuro de la península para el próximo 25 de mayo, coincidiendo con las elecciones generales en Ucrania. Con la pregunta «¿Apoya usted la autodeterminación de la República de Crimea en el seno de Ucrania sobre la base de los acuerdos y los tratados internacionales?» se da un paso político hacia la secesión.

Entre la población prorrusa de Crimea, favorable a la anexión a Moscú, crece el descontento, pues considera que esperar casi dos meses para el referendum puede dar tiempo a las nuevas autoridades de Kiev a controlar la situación, y clama por una intervención rusa inmediata, de carácter, dicen, «humanitario». El nuevo Gobierno de Kiev en virtud del «Tratado Bilateral de Amistad y Cooperación» vigente entre ambos países desde 1997, solicitó ayer a Rusia una reunión urgente sobre la escalada de tensión en Crimea.