Matanza en Newtown
Adam Lanza, un joven asesino con problemas de autismo
Los amigos del supuesto autor de la matanza, impactados por lo ocurrido, le definen como un chico "callado y tímido", muy inteligente pero también "muy antisocial"
Un joven "callado y tímido", muy inteligente pero también "muy antisocial"y que prefería quedarse solo en casa, así es como han definido sus conocidos a Adam Lanza, el supuesto autor de la matanza en una escuela de Newtown (Connecticut), en la que murieron un total de 28 personas, entre ellas 20 niños.
"Sé que ella tenía dos hijos, uno muy exitoso que vive fuera, y otro que básicamente siempre se quedaba en casa, muy antisocial", explicó hoy a Efe Dan Holmes, amigo desde hace años de la madre de Lanza, Nancy, a quien conoció en un bar de esta pequeña localidad y para quien trabajó en varias ocasiones arreglando su jardín.
Holmes, de 44 años, recuerda cómo quedó sorprendido cuando Nancy, profesora de la escuela donde ocurrió la tragedia, le contó hace tiempo que se iba a ir de vacaciones a Nueva Orleans (Luisiana) con su hijo mayor, Ryan, pero no con Adam, quien "prefería quedarse solo en casa".
"Al parecer era un chico muy inteligente, creo que incluso terminó el instituto más pronto de lo normal", relató Holmes, quien asegura que nunca vio por Newtown al padre del joven, Peter, un contable casado de segundas nupcias el año pasado y que se mudó a Stamford (Connecticut), a unos 60 kilómetros.
A pesar de que Nancy "era muy reservada y no solía hablar de sus hijos", en el bar donde se reunía con sus amigos, "My place pizza", dijo en una ocasión que estaba "cada vez más preocupada"por la situación de su hijo menor, según relató también a Efe otra amiga de la madre, Victoria Muñoz.
"Ahora entiendo que (Adam) tenía síndrome de Asperger (una variante del autismo), me puedo imaginar lo difícil que debió de ser para ella controlarle", añadió Muñoz, de origen colombiano.
El joven de 20 años mató el viernes a su madre en casa y después se dirigió en coche hasta el colegio Sandy Hook, donde, ataviado con ropa de combate y armado con dos pistolas y un rifle, asesinó a 20 niños y otros 6 adultos antes de quitarse su propia vida en el que supone uno de los peores tiroteos en un colegio en la historia de EEUU.
"Era muy callado, tímido y reservado, no tenía demasiados amigos en el autobús, pero era educado", dijo también a Efe Marsha Moskowitc, de 56 años, quien trabajó durante más de una década como conductora del autobús en el que llevaba a los niños de Newtown a la escuela primaria de Sandy Hook.
Una excompañera de Lanza, Olivia DeVivo, dijo al diario New York Times que se podía ver que el joven "se sentía muy incómodo cuando se fijaban en él".
Según ese diario, Adam Lanza vivió una "adolescencia turbulenta", puesto que su hermano mayor se fue de casa en 2006 para ir a la universidad de Quinnipiac, una época en la que sus padres estaban atravesando unas dificultades que les llevaron al divorcio en 2008, tras 17 años casados.
"Adam Lanza ha sido un chico raro desde que tenía 5 años", dijo uno de sus excompañeros de colegio, Tim Dalton, en su perfil de Twitter, según publica el diario neoyorquino Daily News. "Pese a lo horrible que fue esto, no puedo decir que esté sorprendido", añadió.
Adam Lanza, de 20 años de edad, se puso ayer por la mañana una máscara, un chaleco antibalas y se vistió completamente de oscuro. Después condujo desde su casa de Hoboken en Nueva Jersey hasta Newtown, el pueblo de Connecticut donde su madre daba clase. Antes de abandonar la casa, cogió, al menos, cuatro pistolas, con las que la emprendió a tiros en esta escuela primaria de Sandy Hook (Connecticut). Agentes federales de Washington indicaron que, entre las armas que Lanza utilizó, se encuentra un rifle del calibre 223, una pistola Glock 9mmm y otra SIG Sauer. Ayer varios agentes de Policía buscaron pruebas en el estado de Nueva Jersey, donde sospechan que vivía el joven Lanza. Entró enmascarado en el colegio a las 9.40 horas de la mañana (15.40 horas en España) en la escuela de su madre, Nancy J. Lanza, a la que primero disparó. Luego, fue a por sus alumnos. Todos niños de prescolar. Esto ocurrió media hora después de que empezasen las clases ayer en este colegio del tranquilo pueblo de Connecticut. Un minuto después la Policía de la localidad de Newtown recibió la primera llamada telefónica de socorro. De momento, los agentes de Policía trabajan en recoger pistas que les ayuden a entender qué hizo a Adam Lanza emprenderla a tiros ayer. Pero saben que al menos realizó cien disparos. Entre los fallecidos se encuentran la madre de Lanza y otras 25 personas, veinte de ellas, niños de primaria. El autor del tiroteo murió dentro de la escuela. Además de las víctimas de este colegio, los agentes de Policía también encontraron un cadáver en casa de Lanza en Hoboken (Nueva Jersey). Según las primeras informaciones, el cuerpo sin vida correspondería al hermano del responsable de la tragedia de ayer. Aunque según medios locales, también podría tratarse del padre del sospechoso. En «Connecticut Blockshopper» se puede observar dónde está la casa de la familia Lanza: Calle Yogananda número 36. El hogar se construyó en 1998 y está a nombre de la madre. Un vecino de dicha calle, Chris Fulcher, de 18 años, reconoció que era un joven «bastante reservado» cuando acudía al instituto de Newtown. Ambos cogían el mismo autobús para llegar hasta las clases. Precisamente en esta casa, ayer se confirmó que en su interior habría un cadáver.
El debate de la posesión de armas
Estados Unidos ha experimentado un aumento del número de tiroteos en este año, el más reciente fue el martes en Oregón, cuando un hombre abrió fuego en un centro comercial y mató a dos personas antes de suicidarse. El más mortífero hasta la fecha, tuvo lugar en Colorado en el mes de julio durante la «premier» de la última película de Batman. El asesino mató a doce personas e hirió a 58. Tras la tragedia, en verano el debate de la tenencia de armas se reabrió en la sociedad norteamericana, aunque no fue un tema primordial en la pasada campaña presidencial de EE UU. El derecho a la posesión de armas está recogido en la Constitución estadounidense. Existen más de 300 millones de armas de fuego. No hay ningún tipo de control a nivel estatal, de hecho el 73% está en contra de la ilegalización.
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