Un punto de inflexión en la UE

- ¿Por qué es clave el Consejo Europeo que comienza hoy en Bruselas? ¿Cuáles son los desafíos fundamentales en este momento de la UE?

–Este Consejo tiene una importancia especial respecto a los anteriores dada la inminencia de la activación del artículo 50 que dará luz verdad al Brexit, la crisis migratoria y los desafíos planteados por un estilo diferente de liderazgo global promovido a través de la política exterior de Estados Unidos.

- La «opción preferida» dentro de los cinco escenarios propuestos por la Comisión de cara al futuro de la UE es una Unión a dos velocidades. ¿Qué riesgos conlleva?

–Esta idea de una Europa de múltiples velocidades no es nueva y ha sido citada (y refutada) en varias ocasiones. En cualquier caso, tenemos una Unión relativamente débil, con los Estados miembro capaces de interpretar y aplicar las normas de la UE de manera bastante flexible. De hecho, éste es uno de los desafíos clave de la actual Unión: cómo garantizar que la armonización y la coordinación permitan al bloque funcionar eficazmente, al mismo tiempo que maximizan la eficacia de la formulación de políticas de la UE. El problema con este escenario es que pone demasiada responsabilidad en los Estados miembro para argumentar por qué la integración europea «es buena».

- La actual propuesta de Bruselas es la Unión Europea a dos velocidades. ¿Qué parte positiva y negativa tiene esta opción?

–La calamidad y la incertidumbre que rodea la salida de Reino Unido de la UE es una señal de que salir del «club» no es fácil y habrá políticos que ahora se piensen dos veces esta opción en otros países donde existen sentimientos similares. Las elecciones en Francia y Países Bajos en los próximos meses pueden encender una narración diferente.