Una deriva autoritaria

l ¿La reacción de la UE está siendo la apropiada? ¿Llegan tarde sus amenazas?

–Hasta el momento, la Unión Europea no se ha movido más allá del terreno de las declaraciones. Esta situación de inacción es el resultado de las divisiones internas que hay entre sus Estados miembros. No todos los países están convencidos de que las sanciones anunciadas contra el Gobierno de Kiev tengan un efecto positivo en la resolución del conflicto. Ahora bien, la reciente evolución de los acontecimientos en la capital ucraniana añade una presión extra para que los socios de la UE actúen y tomen cartas en el asunto. Además de implementar sanciones inteligentes, Bruselas debería aumentar inmediatamente el apoyo a la sociedad civil que está luchando por una Ucrania democrática y europea.

l Las divisiones en el seno de la oposición ucraniana no suponen la mejor estrategia para derribar al presidente Yanukovich. ¿Cuáles son las alternativas para los manifestantes?

–Los líderes de la oposición ucraniana han puesto hasta ahora sus ambiciones personales por encima de los objetivos del Euromaidan –movimiento social que aboga por que Ucrania se acerque a la Unión Europea–, y han rechazado la posibilidad de que el movimiento opositor tuviera un verdadero líder.

l ¿Se está deslizando Ucrania hacia un sistema autoritario?

–Así es. Yanukovich está conduciendo el país hacia una senda autoritaria. Las leyes antiprotesta aprobadas el 16 de enero son una copia de la legislación de Rusia y Bielorrusia, y está demostrando que su Gobierno está preparado para usar la violencia extrema con tal de mantenerse en el poder.