Colonia

«Unos 20 hombres llenos de ira nos rodearon, nos robaron y manosearon»

Las denuncias por acoso sexual se extienden a otras ciudades alemanas, lo que aumenta la indignación social. Se apunta como autores a una banda criminal norteafricana con sede en Düsseldorf

Una de las víctimas de los acosos relató ayer su experiencia
Una de las víctimas de los acosos relató ayer su experiencialarazon

Las denuncias por acoso sexual se extienden a otras ciudades alemanas, lo que aumenta la indignación social. Se apunta como autores a una banda criminal norteafricana con sede en Düsseldorf

Itziar MATAMOROS- Berlín

Nunca la joven Michelle, una de las víctimas de las agresiones masivas cometidas durante la noche del 31 de diciembre en Colonia, había experimentado un comienzo de año tan amargo. Una semana después de que un millar de hombres se organizaran en pequeñas bandas para agredir a mujeres que transitaban por la calle, la joven colonesa, de 18 años, rememora en televisión los momentos de desesperación a los que se enfrentó al ser acorralada y asaltada por un grupo de unos 20 hombres en las proximidades de la estación principal de tren. No fue la única. El número de víctimas aumenta vertiginosamente, tanto en Colonia como en otras ciudades alemanas. «Nos habíamos reunido once amigas para ver los fuegos artificiales. De pronto, un grupo de 20 o 30 hombres nos rodearon. No nos dejaban pasar y comenzaron a manosearnos. Algunas nos caímos al suelo, sólo intentábamos huir lo más rápido posible», relata la víctima, añadiendo que sus atacantes, cuya identidad sigue aún en la sombra, «estaban llenos de ira». «Antes de escapar, nos robaron algunos de nuestros teléfonos móviles y otras pertenencias», rememora. Cuando consiguieron huir, al comprobar que su tren no estaba en funcionamiento y en medio del gentío y la confusión general, tuvo que caminar cinco kilómetros hasta llegar a su casa. Michelle muestra ahora su preocupación de cara al popular Carnaval que se celebra cada año en la ciudad fluvial. «Comenzará en cuatro semanas y espero que para entonces la Policía –criticada con dureza por su falta de reacción– tenga todo bajo control».

Al igual que Michelle, otras 121 personas han denunciado haber sufrido agresiones similares en las inmediaciones de la estación central de Colonia. Un tercio de las mismas implican abusos sexuales, incluidas dos violaciones. También en otras ciudades de Alemania se han registrado ataques del mismo tipo, como en Hamburgo, donde ya 52 mujeres se han sumado al grupo de damnificadas o en Düsseldorf, donde se registraron 11 denuncias. Además, las autoridades suizas y finlandesas han alertado de incidentes similares, aunque a menor escala, durante las celebraciones de Nochevieja en las ciudades de Zurich y Helsinki, respectivamente. Por su parte, la Policía germana investiga si los asaltos de las diferentes localidades guardan alguna conexión. En el contexto de una investigación que progresa con lentitud, se han detenido hasta el momento 16 sospechosos originarios «en su mayor parte» del Norte de África. Las autoridades procederán al examen exhaustivo de los vídeos grabados en la zona y analizarán los testimonios de víctimas y testigos para poder determinar el grado real de implicación de los detenidos.

Igualmente, se investiga la posible autoría de una banda de delincuentes norteafricana que podría tener sede en Düsseldorf, aunque, siete días después de los asaltos, aún se cierne un gran interrogante sobre la forma en la que pudieron perpetrarse delitos simultáneamente en puntos muy diversos del país y sobre la identidad de los agresores. Incluso cuando ninguna prueba apunta a que los responsables sean demandantes de asilo, el suceso alimenta las voces de rechazo y desconfianza a los refugiados y resurgen las críticas a la política de puertas abiertas defendida por Angela Merkel desde mediados de 2015. «Es inaceptable lo que ha pasado en Nochevieja», declaró Merkel ayer. Mientras tanto, Alemania continúa viviendo un clima de inquietud marcado por las duras críticas a la pasividad de las Fuerzas de Seguridad en plena máxima alerta terrorista, que se declaró en Múnich tras la amenaza yihadista.