Venezuela: jaque mate

Juan Guaidó no le ha presentado al país y a la comunidad internacional el paso definitivo para la salida del régimen chavista. El cese de la usurpación continúa. El presidente (E) de Venezuela entiende que el juego de ajedrez se termina con el jaque mate. Sin embargo, para que eso ocurra primero deben derribarse los peones, quizás algún alfil, algún caballo o la misma reina. El juego no es tan sencillo porque el oponente también mueve sus fichas. En consecuencia, anunciar la ruta definitiva de esta partida de ajedrez, con variables impredecibles y adversarios jugando, podría resultar una irresponsabilidad, y finalmente, un atentando al ánimo y a la esperanza de los venezolanos.

La organización de los ciudadanos es hoy una carta fundamental. «Llegó el momento de la estrategia, de la disciplina política. La ‘‘Operación Libertad’’ es la máxima presión. Tienen que ser 20, 30 ó 40 los puntos de concentración para que no repriman». La insistencia de Guaidó de no abandonar la protesta de calle resulta clave para seguir demostrando a la comunidad internacional que el deseo de cambio perdura. En la medida en que la agenda doméstica cobre mayor fuerza, en esa medida, lo externo seguirá tomando relevancia y protagonismo. Lo que ha ocurrido en horas precedentes parece ser el preludio de lo que pareciera venir durante este mes de abril: una contundente protesta hacia el Palacio de Miraflores, actual residencia del usurpador, Nicolás Maduro.

La impaciencia resulta mala consejera y enemiga de esta lucha. No obstante, la petición de dicha virtud desde el liderazgo democrático ya no parece una opción. De hecho no ocurre para evitar una respuesta desairada desde la ciudadanía. En este sentido, mantener expectativas altas y lograr que los ciudadanos continúen marchando y protestando en las calles es quizás, el reto más grande de Juan Guaidó en el corto plazo. De esta manera, la «Operación Libertad» es la ruta ciudadana para que finalmente se logre remover a Maduro de la oficina que hoy, constitucionalmente, le pertenece al líder de la transición y presidente de la Asamblea Nacional.

¿Quién paga la presión y la asfixia económica hacia el régimen chavista? Ciertamente, el mismo venezolano que hoy no tiene luz, que debe rezar para no enfermarse, que debe esperar que algún familiar delicado no necesite energía eléctrica para sobrevivir en un hospital. Sin embargo, son el desorden, la corrupción, la desidia, la ineptitud y la indolencia atributos de este sistema mal llamado «revolucionario» que ha decidido someter a un país entero para intentar sobrevivir en el poder.

Queda claro que la «Operación Libertad» tiene como protagonista al ciudadano, a pesar de la desesperación y la vulnerabilidad. Sin embargo, y lo afirmó la esposa del preso político Roberto Marrero a Donald Trump: «Solos no podemos, necesitamos de su ayuda». Veremos entonces cómo termina de construirse la ruta definitiva, con todas las capacidades establecidas, hacia el cese definitivo de la usurpación y el comienzo real del gobierno de transición.

Director general de Motta Focus

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