William Petroski: «Somos un Estado clave para descartar a los perdedores»

La redacción de «Des Moines Register», el periódico más importante de Iowa, echaba humo ayer a primera hora de la mañana. Todas las miradas, no sólo de Estados Unidos, estaban puestas en este «pequeño» Estado de tres millones de habitantes que marca la carrera de las primarias de los candidatos demócratas y republicanos. El editor político William Petroski atiende apurado a la llamada de LA RAZÓN para analizar el significado de estos «caucus».

–¿En qué medida marcan los resultados de Iowa el resto de la campaña en ambos partidos?

–Sin duda se trata de un Estado clave, ya que estamos hablando de la primera votación en toda la nación, lo que marcará el rumbo de los candidatos. Lo significativo de Iowa es que implica que, por primera vez, los aspirantes deben hacer política «al por menor», es decir, hablar con los votantes cara a cara en cafés, centros comunitarios, iglesias y universidades. Hasta ahora, sus mensajes habían sido por la televisión, la radio o la publicidad. Esto no funciona en Iowa, aquí se practica la política «de base», es decir ir al votante y convencerle en persona.

–Esta forma de hacer política contrasta con la llevada a cabo por políticos como Trump, que ha preferido gestionarlo a golpe de titular en horario de máxima audiencia. ¿Cómo ha influido este aspecto en el apoyo de Iowa al magnate?

–La campaña de «puerta a puerta» en Iowa es muy importante y podría funcionar a favor de Cruz y en contra de Trump. Sin embargo, el equipo del empresario ha estado trabajando duro para contrarrestar el «efecto Cruz». En esta semana, los voluntarios de Trump han telefoneado a mi casa hasta cuatro veces para pedirme su voto. Sin embargo, la «campaña terrestre» de Cruz ha sido, incluso, mejor.

–¿El duelo Cruz-Trump se mantendrá hasta el final de la campaña o se dilucidará antes?

–Ted Cruz tiene oportunidades para derrotar a Trump. En Iowa ha recibido un fuerte apoyo de los cristianos evangelistas conservadores. Por su parte, Trump ha conseguido que fueran a votar a los «caucus» muchas personas que antes no lo habían hecho. Él ha contado con el apoyo de personas que antes no estaban interesadas en la política.

–En el caso de los demócratas, ¿Es extrapolable el resultado de Clinton-Sanders a la nominación final de verano?

–Iowa no representa necesariamente el resultado nacional. Lo que sí ocurre en este Estado es que es clave para descartar a los perdedores, sirve de colador: el candidato que no consigue el apoyo suficiente se ve obligado a retirarse de la carrera.

–¿Por qué ha habido mayor participación en las filas republicanas que en las demócratas en Iowa?

–Porque pocas personas quieren estar desde las siete de la mañana discutiendo en una sala sobre el candidato, como ocurre en las primarias del Partido Demócrata. En la de los republicanos su sistema electoral es más sencillo: se llega y se vota. Son unas primarias convencionales.