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Yves Bertoncini: «Hay que combatir el terror sin abandonar los valores»

Yves Bertoncini / Director del Instituto Jacques Delors. Bertoncini analiza desde este «think tank» la política europea, así como los movimientos migratorios. Previamente trabajó en la Comisión Europea.

La Razón
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Bertoncini analiza desde este «think tank» la política europea, así como los movimientos migratorios. Previamente trabajó en la Comisión Europea.

–¿Se han tomado las medidas necesarias para proteger la seguridad de los países europeos?

–Varios países de la Unión Europea han reforzado su movilización contra el terrorismo tras ser golpeados por éste. Primero fueron España y Reino Unido ayer; Francia y Bélgica recientemente. Es difícil decir que se han tomado todas las medidas necesarias, sobre todo si tenemos en cuenta los fallos abrumadores que permitieron los ataques en Francia el año pasado. El riesgo cero no existe, sobre todo si nos referimos a los terroristas suicidas, por eso se deben reforzar los recursos humanos, tecnológicos y legales que están a disposición de los servicios nacionales de inteligencia. El buen funcionamiento de la Policía y la Justicia es más urgente que nunca.

–¿Que el último ataque haya sido en el corazón de Europa puede agilizar el uso de los instrumentos de control con los que ya se cuenta?

–Es necesario mejorar el uso de las herramientas europeas ya existentes como el sistema de información de Schengen o la Europol, entre otros; así como el uso de nuevas herramientas, como el registro de pasajeros aéreos (PNR, en sus siglas en inglés). El hecho de que la sede de la Unión Europea se haya visto afectada por el último atentado, sin duda, ayudará a acelerar el movimiento de estos instrumentos, aunque todo dependerá de la voluntad de los Estados miembros.

–¿Ha fallado la colaboración de las agencias de inteligencia, especialmente entre Francia y Bélgica?

–La investigación que condujo al arresto y al posterior interrogatorio de Salah Abdeslam parece demostrar la buena cooperación policial y judicial que existe entre los dos países. Sin embargo, esta colaboración no era tan buena durante los últimos meses, ya que este terrorista pudo entrar y salir sin pasar por los controles policiales, que demostraron ser ineficaces por la falta de intercambio de información.

–¿Cómo se puede evitar que el terrorismo traspase fronteras?

–No podemos. Es por ello que el intercambio de información sea una prioridad. Para conseguirlo no sólo se debe compartir los datos, sino también nuestra soberanía para afrontar mejor todas las amenazas de carácter transnacional.

–¿Los ataques en Bélgica pueden incrementar el odio contra los refugiados?

–Los atentados en el metro y en el aeropuerto de Bruselas van a fortalecer, en primer lugar, las ideas de aquellos para los que los refugiados no son víctimas, sino amenazas, tanto identitarias como en materia de seguridad. La primera ministra polaca ha reiterado su negativa a aceptar a los refugiados que son «reubicados» desde Grecia o Italia, lo que refleja una desconfianza poco saludable. Esta negativa alimenta la amalgama «refugiado = islam = terrorismo». Creo que una gran mayoría de europeos no sucumbirá a este tipo de relación, sobre todo porque los terroristas de Bruselas nacieron en Europa, y que la acogida de refugiados en Europa no cesará siempre que se haga de manera menos caótica y masiva que en 2015.

–¿Tras los atentados de París y Bélgica se puede determinar que el terrorismo está instalado en Europa?

–Los europeos se confundirían si se centraran sólo en el problema exterior. Debemos, por supuesto, luchar contra el terrorismo en su origen, en África y Oriente Medio; pero los que atacan el corazón de Europa son, a menudo, europeos. Su deriva violenta y sangrienta refleja el fracaso de nuestras políticas de integración. Ésta es la verdad a la que debemos enfrentarnos y analizar qué valores sociales, económicos, culturales y psicológicos conducen a tales excesos y llevan a ciudadanos nacidos en el seno de los países europeos a convertirse en kamikazes.

–¿La amenaza yihadista pone en peligro los valores europeos?

–Terminar con lo que Europa ha construido con su forma de vida es precisamente uno de los principales objetivos de los yihadistas, que odian los valores europeos y occidentales, basados en el humanismo y el pluralismo. El reto para los europeos es luchar contra esta amenaza con toda la fuerza necesaria sin renunciar a sus ideales, como lo hizo España tras los ataques que sufrió el 11 de marzo de 2004.