Zapatero, el mediador imprescindible

La salida de Leopoldo López de la cárcel militar de Ramo Verde y la decisión del Tribunal Superior de Venezuela de concederle el régimen de arresto domiciliario suponen el fruto más significativo de la labor de mediación que el ex presidente Zapatero viene realizando desde hace meses en un país asolado por la desestabilización económica y política. En las últimas semanas se habían otorgado pequeños beneficios carcelarios para López que hacían albergar esperanzas de que se produjera la excarcelación a pesar de que Zapatero actuaba ya en solitario. Los demás miembros de la delegación diplomática europea que intentaba construir puentes de diálogo entre el gobierno y la oposición en Venezuela, fueron descolgándose: el secretario de Estado del Vaticano Parolin y los ex presidentes Leonel Fernández y Martín Torrijos, tras el fracaso de la llamada Mesa de Diálogo. Gabriel San Miguel, Manuel Rosales Yon Goicoechea y Antonio Ledezma son nombres de otros presos políticos por los que Zapatero ha intercedido –con desigual éxito– en las últimas semanas.

El ex presidente español, en un comunicado hecho público poco después de que saltara la noticia, manifestó su «intensa satisfacción» por tratarse de un «paso muy positivo instado por el Gobierno del Presidente Maduro en el marco de la Comisión de la Verdad». Zapatero concluyó agradeciendo el «apoyo institucional del gobierno de España».

Al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la noticia le sorprendió en Hamburgo, en la Cumbre del G20. «Creo que deberíamos celebrar la noticia ya que aunque no se encuentra el libertad, al menos está en su casa, acompañado de su familia», dijo. Se trata de un «primer paso importante en la buena dirección», pero el objetivo, añadió, sigue siendo la «liberación de todos los presos políticos» y la celebración de elecciones democráticas libres en Venezuela.

El presidente valoró el papel «muy activo» llevado a cabo por Zapatero aunque recordó que él había sido el primer presidente de un Ejecutivo que había invitado a la esposa del opositor venezolano y que a partir de que él diera ese paso «otros lo fueron haciendo también. Zapatero formaba parte de un grupo de mediadores que trabajaban con ánimo de construir y es justo afirmar que esta gestión les ha salido bien», concedió el presidente. Preguntado sobre si el Gobierno sabía que se iba a producir la excarcelación, Rajoy contestó: «No sabíamos la fecha ni la hora, pero... alguna información teníamos». Fuentes gubernamentales confirmaron a este diario que Zapatero informaba puntualmente a Moncloa de la marcha de su mediación. Rajoy descalificó la propuesta de Ciudadanos y aseguró: «No voy a romper relaciones diplomáticas con nadie. No se trata de tener grandes ideas sino de ser perseverantes en el sentido común y el derecho internacional».

El coordinador general de Izquierda Unida, Alberto Garzón dió la nota discordante al escribir en su cuenta de twitter que «la liberación del golpista Leopoldo López es una buena noticia si contribuye a la paz y al diálogo en Venezuela». La frase incendió las redes sociales.