De la farmacia de barrio al laboratorio

MartiDerm llama la atención por la formulación de sus productos. Por eso conocer algo de como ha llegado a convertirse en un laboratorio puntero es curioso. La historia del Laboratorio Martí Tor tiene más de 60 años. El laboratorio se creó a partir de la farmacia que lleva su mismo nombre y que hoy se encuentra en el mismo establecimiento de Barcelona, situado en la C/ Aragón 395.

La farmacia fue fundada en 1952 por José Martí Tor, farmacéutico perteneciente a una familia totalmente vinculada a este sector. Con el tiempo se especializó en la elaboración de formulaciones dermatológicas personalizadas, bajo prescripción médica.

Desde el primer momento, destacó su inquietud por hacer algo más que dispensar medicamentos.

El objetivo de José Martí Tor era poder ofrecer novedades terapéuticas mediante formulación magistral. Estuvo valorando tres especialidades (dermatología, neumología y oftalmología), y fue en la dermatología donde encontró mejor acogida y una vía para poder realizar su trabajo.

Las búsquedas bibliográficas eran la base de su labor de investigación y tenía libre acceso a todas las revistas que se recibían en el Hospital Clínico, de la ciudad Condal. A veces, para tratar una patología poco frecuente, no existían medicaciones disponibles, así que la formulación magistral cubría un importante vacío. Para esta labor de investigación se requería de fuentes bibliográficas de prestigio, que no llegaban a nuestro país.

La fórmula

Siempre abierto a los avances tecnológicos, Jose Martí Tor contactó con la Universidad de Iowa, desde donde recibía mensualmente 157 revistas microfilmadas internacionales. Revisaba una larga lista de patologías dermatológicas para valorar si aparecían trabajos que pudieran aportar soluciones y, si interesaba, las imprimía en papel térmico y las fotocopiaban rápidamente, ya que se degradaban con el tiempo hasta quedar ilegibles.El Sr. Martí tenía un aparato especial para la lectura e impresión de estas revistas microfilmadas.

Para poder recopilar de una manera sencilla y fácil de consultar todos aquellos trabajos que se habían elaborado, pensó en un sistema de mini-agenda con índice alfabético por patologías y donde indicaba la fórmula magistral más adecuada y las enviaba a los dermatólogos interesados. (¡Llegaron a trabajar con más de 800 médicos de toda España!). Fueron años de innovación y de anticipación. Para los médicos era un privilegio disponer de esta mini-agenda con las formulaciones. Hoy, sus hijos siguen enviado una Newsletter 4 veces al año a los médicos con las

innovaciones en formulación magistral y recopilaciones bibliográficas sobre tratamientos dermatológicos.

El legado de José Martí Tor es inmenso. Fue considerado un visionario y un erudito en el mundo de la formulación al ser capaz de redefinir la formulación magistral comomedicamento individualizado y aportarle su eficacia como herramienta terapéutica. También fue pionero en utilizar en España ciertos medicamentos a través de la formulación magistral como puede ser el ditranol, para la psiorasis (1970), el ácido retinoico oral y tópico para afecciones dermatológicas (1972), entre un largo etcétera.