Gastronomía

El «oscuro» mercado del vino que se esconde en Francia

El grupo J. García Carrión ha sido decisivo en el hallazgo de miles de botellas de vino francés, cuando en la realidad era vino español vendido a granel

El «oscuro» mercado del vino que se esconde en Francia
El «oscuro» mercado del vino que se esconde en Francialarazon

Después de varios años de sospechas y una intensa lucha por parte del grupo J.García Carrión, al fin se destapó el fraudulento mercado del vino que se esconde en territorio francés.

Después de varios años de sospechas y una intensa lucha por parte del grupo J.García Carrión, al fin se destapó el fraudulento mercado del vino que se esconde en territorio francés. Desde hace mucho tiempo intermediarios galos adquieren gran parte del vino exportado desde España para después venderlo como si fuera francés y lucrarse con ello. Una práctica ilegal y de competencia desleal.

Las denuncias de esta actividad por parte de José García Carrión y Rafaela «Fala» Corujo, presidente y vicepresidenta respectivamente del grupo J.García Carrión, el mayor productor de vino de España, surtieron efecto al producirse las primeras detenciones a intermediarios en suelo francés a principios del mes de julio.

Pero, ¿cómo funciona exactamente esta práctica ilegal? Una vez Francia recibe de España el vino sin embotellar a granel, éste es vendido en supermercados y restaurantes como si fuera francés en botellas donde se leen frases como «vino de Francia», «indicación geográfica protegida de Francia» o «producido/embotellado en Francia».

Además, en el etiquetado también se puede encontrar símbolos tradicionales como la flor de lis o la bandera francesa y una escasa o nula indicación de que el vino es originario de España.

La clave del fraude la encontramos en el precio. Mientras que el vino rosado español cuesta poco más de un euro el litro, el francés se dispara hasta los seis. Un negocio redondo pero completamente desleal. El actual ministro de Agricultura, Luis Planas, ya ha mostrado su preocupación por este tema y ha pedido a las autoridades del país vecino que clarifiquen el etiquetado para que la calidad del producto y su procedencia sea lo más transparente posible.

Por su parte, José García Carrión ha afirmado recientemente que la estafa puede tener una magnitud mayor y apunta a Francia como un mercado «oscuro». El presidente de la mayor bodega de España, la cual factura más de 900 millones de euros al año, calculó que el 80% de los 500 millones de litros de vino a granel que exporta nuestro país a Francia acaba camuflado. Lo que se ha descubierto hasta ahora «es sólo la punta del iceberg», afirma.

Esta estafa a gran escala era un secreto a voces, no estando de acuerdo los agricultores franceses, que boicoteaban los camiones cisterna de vino procedentes de España no por la competencia, sino por ver que su propio producto se devaluaba cada vez más.

Tal y como indica José García Carrión, este fraude contiene muchas similitudes con el producido en 2016 en Italia con el aceite de oliva. En aquel entonces, la fiscalía italiana retiró más de 2.000 toneladas de aceite español vendido como italiano y abrió causas penales contra ocho comerciantes por fraude agroalimentario.

Para luchar contra esta estafa, García Carrión aboga por un cambio en la legislación europea vigente que obligue a las bodegas a etiquetar el origen de los vinos. El empresario calificó de «muy laxa» la ley actual de Bruselas y aconsejó cambiarla para evitar nuevos fraudes en el futuro.

Para ello, confió en que el actual ministro de Agricultura, con el que ha solicitado una reunión, recoja el testigo de su antecesora, Isabel García Tejerina, la cual inició las primeras conversaciones con el gobierno del país vecino para poner en marcha el comité hispano-francés del vino.

El presidente de la primera bodega de Europa y cuarta del mundo abandonó el pasado mes de mayo la Federación Española del Vino (FEV), una patronal que agrupa a más de 600 bodegas. Según el directivo, el principal motivo de su salida ha sido la falta de implicación por parte de la institución al considerar que este asunto «no era de gran envergadura».

Lo cierto es que no es la primera vez que se produce un escándalo de esta magnitud en el país galo. A finales de junio del año pasado, el presidente de la firma Raphaël Michel S.A., conocida comúnmente como 1899 y por ser uno de los grandes embotelladores de vino a granel de Francia, fue arrestado por las autoridades gubernamentales de su país.

Guillaume Ryckwaert, presidente de la compañía, fue acusado de falsificar 40 millones de botellas de vino a granel y venderlas como si fueran de alta gama o procedentes de varias denominaciones de origen.