Gastronomía

Bel Canto entre fogones

Bel Canto entre fogones
Bel Canto entre fogoneslarazon

Le encanta la cocina y a la vista está el plato que ha preparado para LA RAZÓN: una «exquisita y sanísima dorada al horno». Mariola Cantarero derrocha energía, sabiduría y buen hacer en todo lo que realiza. Sobre el escenario, arrasa, y en la cocina, no hay quien la supere. Asegura que es su «hobby», pero si decidiera convertirlo en profesión no le faltaría clientela. «Me encanta la cocina. Me sirve para relajarme. Recuerdo que cuando era pequeña, mi madre cocinaba rápido porque no le daba tiempo a todo; era enfermera y cada noche dejaba hecha la comida del día siguente. Yo lo hago por diversión, por entretenimiento, no por obligación», reconoce la soprano, quien confiesa que, además, es «adicta» a los programas de televisión (del italiano «La prueba de fuego» ha sacado varias de sus recetas) y libros sobre gastronomía. Las sopas (como la de escarola que cenó anoche) le saben a gloria. «Soy muy de cuchara», dice, pero las recetas italianas ocupan un lugar privilegiado en sus recetario ya que, por motivos profesionales, pasa largas temporadas en este país. «Además lo hago tal y como lo hacen allí, es decir, no la versión española de los platos italianos. La pasta sin nata y el ragú sin tanto tomate como tomamos aquí», dice. Es más, cuando Mariola viaja al extranjero por asuntos de trabajo no quiere que la instalen en un hotel sino en un apartamento que tenga una buena cocina, con todo su menaje incluido, para así «sentirme como en casa». Y, claro, ella no concibe un hogar sin un amplio lugar para dar rienda suelta a su creatividad culinaria. «No soy de hacer platos cuya elaboración sea muy compleja. Por ejemplo, no soy de hacer asados eternos... Cocinando, empleo dos horas como mucho», sentencia. No sólo lo pasa en grande entre fogones, sino también yendo al mercado. «En Granada (su ciudad natal) voy al de San Agustín con mi padre. Me encanta hablar con los tenderos, ver la mercancía... Es algo que siempre ha hecho mi padre y me gusta continuar con esta tradición», subraya. Es de esas personas que además de conquistarte por el estómago, lo hacen con su simpatía y cercanía. Además, no guarda secretos y se muestra a corazón abierto ante este diario al asegurar que en su cocina todavía no ha entrado ningún «robot», «porque disfruto con el proceso, cortando, pelando, paso por paso..., así que por el momento renuncio», dice con su eterna sonrisa.

En cuestión de postres es más prudente. «Me encanta el tiramisú y me sale estupendo. Pero con esto hay que cuidarse más», dice. Le pierde la tarta de manzana de El Faro del Pardo. «En temas de repostería el tema de las cantidades es más exacta, casi matemática, y requiere más cuidado», añade. Eso sí, lo de ir de tapas es una de sus mayores diversiones. Así que cuando baja a Granada no hay taberna que se le resista.

Dorada a la cantarero

Ingredientes:

-Dos doradas

-Patatas

-Aceite de oliva

-Sal y pimienta

-Limón

-Perejil

-Vino blanco

-Cebolla

ELABORACIÓN: Se hacen las patatas lentamente al horno con un toque de tomillo; mientras, salpimento la dorada y la aliño después con la mezcla de ajo, perejil, aceite, vino blanco y limón. Saco la bandeja cuando la patata está hecha; pongo cebolla bajo la dorada y lo meto todo al horno 20 minutos.