Tendencias
Cócteles a mordiscos
La coctelería gastronómica es la punta de lanza del sector de las bebidas
Si primero le tocó a la comida, ha llegado el momento de la bebida: la creatividad y la innovación han pasado a una nueva fase, protagonizando procesos de investigación de la mano de los más destacados cocteleros nacionales e internacionales. De este modo, el gintónic que parecía una ensalada el sector coctelero ha evolucionado hasta una verdadera coctelería gastronómica que aboga por bebidas que son auténticas creaciones singulares por parte de los 'bartenders'. Todo ello se enmarca en una revalorización de los cócteles en los últimos años que ha logrado que el cliente aprecie sus texturas, sabores y matices, tal y como sucedió con el 'boom' de la gastronomía en su momento. Ya no vale con echarle tónica a una ginebra con cierto aderezo: en la alta coctelería cada bebida aspira a ser única y a pasar a la historia como lo han hecho por ejemplo las esferificaciones de Ferran Adrià por su singularidad. Hasta el presente, la coctelería había sido una reproducción de las fórmulas clásicas, intocables y arraigadas a la tradición y nunca nadie había introducido texturas o temperaturas para crear un nuevo lenguaje en la coctelería y romper con lo establecido. Las experiencias en este sentido son múltiples y llegan desde diferentes frentes, aunando sus adalides fuerzas para convencer a los consumidores de la importancia de elevar el nivel de lo que beben. De este modo, las bebidas se convierten en maridajes en sí mismas, añadiendo en su seno ingredientes nunca imaginados que dan lugar a nuevos sabores.
Chiclano Clásico, Chiclano Apasionado y Cóctel Henessy Ginger
Experiencias singulares Recientemente, el cocinero Albert Adrià desveló su alianza con Bacardí en la creación conjunta del Bacardí Innovation Lab, el primer taller creativo exclusivamente dedicado a la creatividad e innovación en coctelería para propiciar un nuevo diálogo entre gastronomía y coctelería que incentive una nueva revolución, interpretación y lenguaje de ambos territorios en el siglo XXI. El taller estará integrado en el espacio de coctelería del Enigma, restaurante que pertenece al grupo elBarri de Albert Adrià, el lugar físico en el que se desarrollarán todas las actividades y escenario donde se presentarán de forma escalonada los resultados derivados de este laboratorio de la coctelería. Estos resultados abarcarán diferentes ámbitos de trabajo, tales como la coctelería de temporada, el material de servicio, la investigación alrededor del uso del hielo, nuevos ingredientes y recetas, entre otros. También entre los grandes, el famoso pastelero Christian Escribà ha creado seis originales ‘petit fours’ que recrean la esencia de la ginebra Bombay Sapphire, unas piezas pueden degustarse en diferentes establecimientos de Madrid, Barcelona y Andalucía. Algunas de ellas son tan sugerentes como la Gominola de Dry Martini, el Bombón Labio Azul y el Marshmellow. Otra experiencia es la que propone la Mejor Bartender española de la World Class Competition 2016, Adriana Chía, una coctelería creativa de alto nivel inspirada, por ejemplo, en platos de elBulli, y con talleres en los que propone cómo preparar cócteles con ingredientes que casi siempre tenemos en la despensa de casa, como arroz, canela, azafrán, pimiento verde y pimentón. También los espumosos se han puesto las pilas en este terreno, con concursos como el Cava Mixology Competiton para hallar al ‘Mejor Barman Internacional de Cava’, una cita que ha realizado pruebas en Londres, Nueva York, Barcelona, Madrid, Málaga y San Sebastián durante 2017 y 2018 donde se han presentado más de 150 barmans. También los restaurantes de fusión se han sumado a estas tendencias, como Yakumanka, del chef peruano Gastón Acurio, que ha fusionado su gastronomía peruana con una apuesta de cócteles maridada con pisco sours y chilcanos. También las marcas de venta al público se han puesto las pilas en este sentido, proponiendo creaciones contemporáneas, como Hennessy Very Special.
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